El gobierno de Cuba culpó el martes a una ley de inmigración estadounidense conocida como "pie seco, pie mojado" por una crisis migratoria en la que más de 1.000 cubanos han quedado varados en distintos pasos fronterizos de América Central mientras intentaban llegar a Estados Unidos.
Los migrantes cubanos han avanzado hacia el norte pasando por Panamá, Costa Rica y Nicaragua, tratando de llegar finalmente a Estados Unidos, donde reciben un tratamiento especial que les da la bienvenida sin una visa. Pero Nicaragua, un aliado cercano de Cuba, cerró el domingo su frontera con Costa Rica para detenerlos.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores desea enfatizar que estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos", dijo un comunicado leído en el noticiero nacional y publicado en el sitio de internet del diario cubano Granma.
Este es el primer reporte en los medios de comunicación de Cuba sobre la crisis migratoria en América Central, pero no mencionó la decisión de Nicaragua de cerrar su frontera.
La Habana dijo que está en contacto con los gobiernos centroamericanos involucrados para encontrar una solución y sostuvo que sus ciudadanos también son víctimas de traficantes de personas y grupos criminales que se aprovechan de su situación.
Desde que en 1994 Washington implementó la llamada política "pie seco, pie mojado", los cubanos que llegan a suelo estadounidense por tierra pueden legalizar su situación, mientras que los que sean atrapados en el mar son deportados.
Pero en momentos en que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba han mejorado gracias a la distensión de diciembre pasado, la migración cubana a Estados Unidos ha aumentado ya que los cubanos anticipan un posible fin al trato preferencial.