Alan Gross, el subcontratista estadounidense detenido hace dos años en Cuba por supuestos cargos de espionaje, se encuentra en grave estado de salud y de acuerdo a su abogado, Peter Kahn, el régimen se ha resistido a entregar los resultados de los análisis médicos que le practicaron en mayo.
“Tenemos miedo de que la condición de salud de Alan se esté deteriorando significativamente. Nuestras preocupaciones se acentúan por el hecho de que Cuba parece retener los resultados de las pruebas médicas realizadas a Alan hace seis semanas”, señaló el abogado Peter J. Kahn en una declaración.
Kahn sospecha que Gross puede tener una grave enfermedad dado que a pesar de solicitar los resultados médicos a diplomáticos cubanos desde hace varias semanas, aún no han sido remitidos a los doctores estadounidenses como en los casos anteriores.
"Alan no sólo ha perdido más de 105 kilos y sufre de artritis severa degenerativa y problemas de próstata y, recientemente, una gran masa ha aparecido en la parte posterior de su hombro derecho. Si bien los médicos cubanos le han dicho que esta masa es un hematoma (una reunión de sangre bajo la piel), la familia está preocupada por eso y me gustaría que en el informe, así como las otras tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas en la cadera puedan ser evaluadas por médicos estadounidenses", notificó el abogado, señalando que el detenido ya no tiene fuerzas para caminar ni hacer ejercicios de barras como solía hacerlo.
La esposa de Gross, dijo la semana pasada en entrevista a la cadena de televisión CNN, que su esposo ha perdido más de 45 kilos desde que fue detenido en Cuba, e hizo un llamado a las autoridades de salud de este país, para que le presten atención médica especializada.
En el mes de marzo, Kahn solicitó por escrito al presidente cubano Raúl Castro, un permiso a Alan Gross, de viajar a Texas para ver a su madre de 90 años de edad que tiene cáncer de pulmón. Sin embargo, pese a que el abogado prometió que el estadounidense regresaría, no recibió respuesta.
Ante esta situación, Peter Kahn, dijo a la prensa, que Cuba debería otorgar el permiso a Gross, luego de que un juez de Miami, permitió al espía cubano René González (quien cumple sentencia de libertad condicional en EE.UU.), viajar a Cuba a visitar a su hermano enfermo como un gesto de reciprocidad humanitaria.
Gross, de 63 años, fue condenado a 15 años de cárcel por atentar contra el Estado luego de llevar a la Isla un equipo de telecomunicaciones de uso restringido para fomentar la democracia en Cuba.
“Tenemos miedo de que la condición de salud de Alan se esté deteriorando significativamente. Nuestras preocupaciones se acentúan por el hecho de que Cuba parece retener los resultados de las pruebas médicas realizadas a Alan hace seis semanas”, señaló el abogado Peter J. Kahn en una declaración.
Kahn sospecha que Gross puede tener una grave enfermedad dado que a pesar de solicitar los resultados médicos a diplomáticos cubanos desde hace varias semanas, aún no han sido remitidos a los doctores estadounidenses como en los casos anteriores.
"Alan no sólo ha perdido más de 105 kilos y sufre de artritis severa degenerativa y problemas de próstata y, recientemente, una gran masa ha aparecido en la parte posterior de su hombro derecho. Si bien los médicos cubanos le han dicho que esta masa es un hematoma (una reunión de sangre bajo la piel), la familia está preocupada por eso y me gustaría que en el informe, así como las otras tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas en la cadera puedan ser evaluadas por médicos estadounidenses", notificó el abogado, señalando que el detenido ya no tiene fuerzas para caminar ni hacer ejercicios de barras como solía hacerlo.
La esposa de Gross, dijo la semana pasada en entrevista a la cadena de televisión CNN, que su esposo ha perdido más de 45 kilos desde que fue detenido en Cuba, e hizo un llamado a las autoridades de salud de este país, para que le presten atención médica especializada.
En el mes de marzo, Kahn solicitó por escrito al presidente cubano Raúl Castro, un permiso a Alan Gross, de viajar a Texas para ver a su madre de 90 años de edad que tiene cáncer de pulmón. Sin embargo, pese a que el abogado prometió que el estadounidense regresaría, no recibió respuesta.
Ante esta situación, Peter Kahn, dijo a la prensa, que Cuba debería otorgar el permiso a Gross, luego de que un juez de Miami, permitió al espía cubano René González (quien cumple sentencia de libertad condicional en EE.UU.), viajar a Cuba a visitar a su hermano enfermo como un gesto de reciprocidad humanitaria.
Gross, de 63 años, fue condenado a 15 años de cárcel por atentar contra el Estado luego de llevar a la Isla un equipo de telecomunicaciones de uso restringido para fomentar la democracia en Cuba.