El canciller cubano Bruno Rodríguez denunció el lunes que Estados Unidos está presionando a varios países, especialmente latinoamericanos, para que voten esta semana en Naciones Unidas en contra de una resolución que condena el embargo estadounidense a Cuba.
Rodríguez acusó al Departamento de Estado estadounidense de llevar a cabo “acciones de presión y chantaje” para que estas naciones latinoamericanas no apoyen a la isla y voten en cambio junto a Estados Unidos, una de las pocas naciones en la Asamblea General de la ONU que cada año condena la resolución.
En 2016, bajo el gobierno de Barack Obama, Estados Unidos se abstuvo por primera vez de votar.
“Es conocido el modo burdo en que el gobierno de (Donald) Trump ejecuta diversas formas de condicionamiento y chantaje para alcanzar objetivos de política exterior”, dijo el ministro de relaciones exteriores a varios medios de comunicación.
Portavoces del Departamento de Estado no respondieron de forma inmediata a una solicitud de respuesta enviada por The Associated Press.
La resolución se vota cada año en la ONU para condenar las medidas punitivas impuestas por Washington a fin de presionar un cambio de sistema político y social en la isla tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959.
La votación de este año, que se espera ocurra el jueves, se hace desde 1992 y no tiene carácter vinculante, por lo que Estados Unidos puede hacer caso omiso de la opinión del resto de los países. El año pasado, 189 países que componen la Asamblea de 193 estados miembro votaron a favor de condenar el bloqueo estadounidense hacia Cuba.
Rodríguez dijo el lunes que a finales de octubre fueron convocadas en Washington por el Departamento de Estado las embajadas de cuatro países latinoamericanos “con el objetivo de obtener su voto en contra de dicho proyecto de resolución”. Además, dijo el canciller, hubo “gestiones directas” realizadas por las embajadas estadounidenses en las capitales de seis países latinoamericanos para ejercer presión “con el propósito de forzar un cambio de voto”.
El ministro no especificó qué países latinoamericanos supuestamente están siendo presionados por Estados Unidos.
“Cuba sabe que cuenta con el apoyo unánime de los pueblos latinoamericanos y del planeta y espera que ningún gobierno de la región se someta a los dictámenes anticubanos de Washington, dando la espalda a la reconocida voluntad de sus respectivos pueblos”, dijo el canciller.
El año pasado, Estados Unidos propuso ocho enmiendas a la resolución que condena el embargo económico, comercial y financiero. Las enmiendas llamaban a que Cuba permita a sus ciudadanos tener derecho a la libre expresión y condenaban la falta de acceso a la información. Asimismo, expresaban preocupación por la existencia de una central única de trabajadores y pedían que se rindieran cuentas sobre violaciones a los derechos humanos en la isla.
La gran mayoría de países de la Asamblea General se declaró en contra de las enmiendas.
El presidente Obama impulsó un acercamiento a Cuba que quedó atrás en el gobierno de Trump, quien ha recrudecido sanciones y medidas contra la isla.