El gobierno de Estados Unidos manifestó su rechazo al atentado ocurrido este miércoles en el aeropuerto de Burgas, Bulgaria, en el que murieron siete personas que estaban en un bus en el que se produjo una explosión.
"Estados Unidos condena este tipo de ataques contra gente inocente, sobre todo niños, en los términos más fuertes", dijo Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca.
Carney además aseguró que el presidente Obama tiene en sus oraciones a las víctimas del ataque.
El bus se encontraba fuera del aeropuerto de Burgas cuando estalló, dejando a 33 heridos, además de los siete fallecidos, según afirmaron autoridades búlgaras. Otros buses también sufrieron daños, según indicó la policía.
La cancillería de Israel dijo que un terrorista suicida llevó a cabo el ataque y que el sospechoso tenía una licencia de conducir falsa del estado de Michigan.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, culpó a Irán del hecho.
“Todas las señales apuntan a Irán. Sólo en los últimos meses hemos visto atentados iraníes para atacar israelíes en Tailandia, India, Georgia, Kenia, Chipre y otros lugares”, dijo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.
La explosión ocurre en el 18º aniversario de un ataque producido en 1994 en los cuarteles generales de la principal organización judía de Argentina por parte de una bomba suicida iraní, apoyada por Hezbolá, que mató a 85 personas.
Un testigo israelí dijo en una entrevista con la radio del ejército de Israel que la explosión fue causada probablemente por una bomba suicida en la entrada del bus. La policía búlgara ha dicho que están investigando y que aún no pueden afirmar cuáles fueron las causas de la explosión.
El aeropuerto de Burgas fue cerrado después del accidente y los vuelos fueron redirigidos al aeropuerto de Varna, según indicó la policía.
Autoridades de Israel habían dicho previamente que Bulgaria, un popular destino de vacaciones para turistas israelíes, era un blanco vulnerable a ataques de militantes islámicos, que podrían infiltrarse a través del país vecino Turquía.
"Estados Unidos condena este tipo de ataques contra gente inocente, sobre todo niños, en los términos más fuertes", dijo Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca.
Carney además aseguró que el presidente Obama tiene en sus oraciones a las víctimas del ataque.
El bus se encontraba fuera del aeropuerto de Burgas cuando estalló, dejando a 33 heridos, además de los siete fallecidos, según afirmaron autoridades búlgaras. Otros buses también sufrieron daños, según indicó la policía.
La cancillería de Israel dijo que un terrorista suicida llevó a cabo el ataque y que el sospechoso tenía una licencia de conducir falsa del estado de Michigan.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, culpó a Irán del hecho.
“Todas las señales apuntan a Irán. Sólo en los últimos meses hemos visto atentados iraníes para atacar israelíes en Tailandia, India, Georgia, Kenia, Chipre y otros lugares”, dijo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.
La explosión ocurre en el 18º aniversario de un ataque producido en 1994 en los cuarteles generales de la principal organización judía de Argentina por parte de una bomba suicida iraní, apoyada por Hezbolá, que mató a 85 personas.
Un testigo israelí dijo en una entrevista con la radio del ejército de Israel que la explosión fue causada probablemente por una bomba suicida en la entrada del bus. La policía búlgara ha dicho que están investigando y que aún no pueden afirmar cuáles fueron las causas de la explosión.
El aeropuerto de Burgas fue cerrado después del accidente y los vuelos fueron redirigidos al aeropuerto de Varna, según indicó la policía.
Autoridades de Israel habían dicho previamente que Bulgaria, un popular destino de vacaciones para turistas israelíes, era un blanco vulnerable a ataques de militantes islámicos, que podrían infiltrarse a través del país vecino Turquía.
