Con su llegada a la presidencia de Argentina, Javier Milei pareciera estar dispuesto a dar un giro a las políticas energéticas del país hacia otras enfocadas en monetizar los recursos disponibles para atender la recesión económica que afecta a los argentinos. Así lo adelantó un grupo de expertos convocados por el Diálogo Interamericano el martes en Washington.
Liliana Díaz, experta en economía y política energética, explicó que Argentina se embarca ahora en una “redefinición” del papel del Estado en el sector energético, “porque eso es fundamental para saber cómo va a monetizar su envidiable riqueza en hidrocarburos y recursos energéticos renovables”.
En su campaña presidencial, el electo Milei prometió un enorme recorte del gasto público y la “privatización de empresas públicas deficitarias”, una de ellas es Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), dedicada a la producción energética de Argentina.
Además, la reorganización y eliminación de subsidios a la energía que se otorgan a la oferta, empresas generadoras y productores. Monteiro resaltó que “gran parte de la energía en Argentina es subsidiada” y esto “responde a una situación social muy frágil”.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de Argentina estima que la pobreza en el país alcanzó en septiembre un 40,1 %, que se refleja en unas 18,5 millones de personas.
Díaz especificó que el nuevo gobierno argentino necesitará “trabajar en el futuro para determinar cómo avanzar” en tres aspectos: la política de precios, el trato de los recursos, y la infraestructura.
“El presidente electo Milei deberá abordar en su administración varios desafíos”, adelantó Juan Cruz Díaz, director del Grupo Cefeidas, una firma de asesoría internacional. Entre los mencionados por Cruz Díaz se encuentra el mercado de divisas que controla la estructura de precios, los impuestos a las exportaciones, entre otros.
Gabriel Blanco, director de Energías Renovables y Desarrollo de Tecnologías Sustentables de la Universidad del Centro en Buenos Aires, se mostró preocupado por “seguir con la misma lógica” del “extractivismo” de recursos que “nunca funciona”.
“Necesitamos ver cómo podemos crear una herramienta que nos permita analizar políticas y medidas en el sector energético, en el sector minero, que pueda ayudarnos a analizar de manera integral los impactos potenciales que cualquier programa puede tener en el medio ambiente y las sociedades circundantes”, apuntó Blanco.
Al frente del Ministerio de Energía de Argentina estará Eduardo Rodríguez Chirillo, un funcionario con amplia experiencia en la privatización de empresas públicas.
Las posibilidades de la producción en Argentina
Uno de los principales proyectos energéticos en Argentina es Vaca Muerta, una formación de roca hallada en el centro de la provincia de Neuquén en la Patagonia, y que está repleta de hidrocarburos.
Alejandro Monteiro, ministro de Energía y Recursos naturales de Neuquén, apuntó que la extracción de estos minerales esenciales para la producción energética podría significar que para el 2030, “Argentina puede tener un desarrollo de hidrocarburo que duplicaría la producción del petróleo”.
Además, la producción de gas podría aumentar de unos 140 millones de metros cúbicos diarios, a unos 200 millones de metros cúbicos a partir de la infraestructura de transporte “que se está llevando adelante en Argentina”.
“El mercado principalmente sería el local, sustituyendo definitivamente las importaciones de gras en prácticamente todo el año… pero además generando una mayor integración energética y abasteciendo de gas, tanto a países de la región, como Chile, el sur de Brasil y Uruguay”, dijo.
Los retos, sin embargo, serían amplios. Entre ellos, el favorecer el clima de negocios y el desarrollo de la inversión en Neuquén y en Argentina. “Para eso hay que ordenar la macroeconomía, el país tiene que resolver los problemas que tiene de inflación, de acceso al mercado de capitales, de disponibilidad de divisas…”, apuntó el ministro.
En Vaca Muerta hay cerca de dos mil pozos perforados para la extracción de hidrocarburos, un número que según Monteiro, es solo el inicio de lo que podría ser la producción de petróleo como gas no convencional y bajar la huella de carbono.
Con la entrada del nuevo gobierno de Milei, Monteiro aseguró que las expectativas eran claras desde la campaña. “Vemos que hay una visión de mercado, hay una visión de desarrollo privado. vemos que se está sumando gente que viene del sector de otras compañías operadoras privadas”, dijo el ministro, anticipando que “hay una idea” de poner valor en la producción de Vaca Muerta.
Sin embargo, “el gobierno general lo que tiene que hacer es trabajar en generar condiciones de previsibilidad tanto para quienes invierten, como para toda la cadena de valor de las empresas”.
Sobre los subsidios a la energía, el ministro dijo no creer “que se va a sacar todos los subsidios de manera indiscriminada en el corto plazo. Sí, seguramente, va a seguir una discusión de a qué sector llegar con los subsidios”, contempló Monteiro. “Pero sí también con la mirada de mediano y largo plazo de que la energía se tiene que pagar por lo que vale y hay que tratar de ir hacia una situación donde se dejen de lado los subsidios y que todo lo que es la energía tenga valores de mercado”.
Relaciones con China en el foco
Milei ha criticado tanto a China como a Brasil, que se encuentran entre los socios comerciales más importantes de su país. Hace unos meses, Milei incluso comparó al gobierno chino con un "asesino" y dijo que el pueblo de China "no es libre".
China dijo el martes que sería un "grave error" si Argentina cortara sus lazos, después de la victoria en las elecciones presidenciales del economista ultraliberal libertario.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, dijo en una conferencia de prensa regular que el desarrollo de las relaciones con Argentina había mostrado un buen impulso y que sería un "grave error" para Argentina que cortara los lazos con países como China y Brasil.
El duro discurso de Milei sobre China contrasta marcadamente con el voto de cooperación del presidente saliente, Alberto Fernández, quien visitó Pekín el mes pasado y elogió a China como un "verdadero amigo" de Argentina.
Fernández también prometió coordinación con China en marcos como el G20 y los BRICS.
Diana Mondino, una economista que se perfila para convertirse en ministra de Relaciones Exteriores en la administración Milei, dijo que Argentina no se uniría al grupo BRICS, que incluye a China y Rusia, según la citó la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Este mes, Mondino afirmó que Argentina no tenía problemas con comerciar con Brasil, y en cuanto a China, Milei buscaría terminar con los opacos acuerdos entre Estados.
"Lo que no vamos a hacer son contactos secretos. Argentina, este gobierno, en los últimos 20 años, ha tenido múltiples negociaciones secretas", dijo Mondino. "Eso no es normal y es lo que hemos dicho que no vamos a hacer".
En el panel de expertos, Cruz Díaz aseguró que le “preocupan” estas determinaciones pues “Argentina necesita tener excelentes relaciones con China, con Brasil y con Estados Unidos”.
“Incluso en estas tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, Argentina, como la mayoría de los países de nuestra región, necesita equilibrar muy bien esa tensión, porque la mayoría de nuestras exportaciones van a China y la mayor parte de nuestra inversión extranjera directa proviene de EEUU”, apuntó.
[Con información de Reuters]
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