Cristianos de todo el mundo han llegado a Jerusalén para observarel Viernes Santo, que marca la crucifixión de Jesús.
Jerusalén estaba inundada de miles de peregrinos que marchaban por los estrechos callejones empedrados de la Vía Dolorosa en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Algunos llevaban grandes cruces de madera sobre sus hombros. Cantaban himnos y leían las Escrituras durante la tradicional Procesión del Viernes Santo, recorriendo el camino de Jesús por las 14 Estaciones de la Cruz.
Los fieles vinieron de todas partes del mundo. Frank Caldwell es de Minnesota, en Estados Unidos.
"Creo que siempre es un sentimiento de caminar sobre los pasos de Jesús, y es un sentimiento muy religioso y muy bueno estar aquí".
La policía israelí y los soldados armados con rifles de asalto vigilaban la ruta, pero el ambiente era tranquilo.
"Nos sentimos muy seguros aquí. Ciertamente no sentimos temor alguno o que somos objetivos de cualquier tipo de terrorismo o violencia", dice Caldwell.
El Viernes Santo coincide con la festividad judía bíblica de la Pascua este año, y los israelíes también acudieron a Jerusalén para celebrar. Entre ellos se encontraba Eddie Stern.
"La Pascua es un día festivo familiar para mí. Es una comprensión de la razón por la cual Israel existe y la historia del pueblo judío que viene a [la Tierra de] Israel".
Además de la mezcla religiosa y cultural, los musulmanes palestinos asistieron a las oraciones del viernes en la Mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam.