La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, prometió continuar usando "el poder" de la organización internacional para llamar la atención a la crisis de Venezuela.
En una reunión informal del Consejo de Seguridad sobre Venezuela, convocada por Estados Unidos bajo la llamada fórmula Arria, la embajadora Nikki Haley, dijo que la situación que se desarrolla en Venezuela es más que una tragedia humana.
"La crisis en Venezuela hoy representa una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales. Venezuela es un narcoestado cada vez más violento que amenaza a la región, el hemisferio y el mundo".
Lamentó la diplomática que varios países aliados en la región no hayan asistido al encuentro, cediendo a las presiones de Venezuela, pero aclaró que eso no restará impulso al esfuerzo de organizaciones y naciones para buscar una solución a la desesperada situación del pueblo venezolano.
"Utilicé y continuaré utilizando el poder de convocatoria de las Naciones Unidas para llamar la atención sobre esta crisis. Cuando planteamos este tema en "cualquier otro asunto" en mayo, le dijimos al Consejo que no respetar los derechos humanos es una receta para el desastre. Dimos ejemplos de otros países, como Siria, Sudán del Sur y Birmania, donde los regímenes han oprimido a su propio pueblo, y esos países estallaron posteriormente en conflicto. Advertimos que Venezuela se dirigía por el mismo camino", dijo Haley.
La Embajadora de Estados Unidos instó a los venezolanos a no perder la esperanza, de un futuro de libertad, dignidad, seguridad y prosperidad.
"Nuestro compromiso con el pueblo venezolano no termina con esta sesión. Nos reunimos hoy para analizar la paz y la seguridad. Pero en el corazón de todo lo que este Consejo hace es en la gente ... Nuestro mensaje para el pueblo venezolano de hoy es no renunciar a la esperanza de un futuro mejor para ustedes y sus familias. Nos negamos a perder la esperanza y no dejaremos de luchar para que sus voces sean escuchadas".
La diplomática estadounidense afirmó que el mundo está cada vez más unido en los esfuerzos para restaurar el respeto a los derechos humanos y libertades de esos derechos para todos los venezolanos, "la justicia está llegando para venezuela", enfatizó la embajadora Haley.
La fórmula Arria, toma su nombre de Diego Arria, exembajador de Venezuela en la ONU, quien en 1992 la sugirió para evaluar la crisis de los Balcanes, permite una discusión informal entre los miembros del Consejo de Seguridad y a ella pueden asistir invitados, ya se trate de países, de organizaciones o de individuos, que se ven afectados por el tema que se aborda.
Entre los invitados a la reunión informal del lunes sobre Venezuela en el Consejo de Seguridad, estuvieron entre otros, el exembajador Arria, Zeid Ra'ad al Hussein, comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el abogado Julio Henríquez, coordinador de la ONG Foro Penal, así como Joseph Donnelly, de la organización católica Caritas International en representación del Vaticano.
El secretario de la OEA, Luis Almagro, describió en detalle los problemas que atraviesa Venezuela y su pueblo, la inseguridad, la malnutrición, la escasez, la persecución de opositores, la violación "serial y contumaz" de los derechos humanos de los ciudadanos.
Dijo que el régimen "asesina, tortura, encarcela, censura, inhabilita o depone autoridades electas por el pueblo designados por procedimientos constitucionales", y ha demostrado "repetidamente que su único interés es utilizar la fuerza y los recursos del estado y del pueblo para perpetuarse en el poder y preservar sus privilegios y que está dispuesto a utilizar cualquier medida para lograr ese objetivo".
Almagro, que se ha convertido en un tenaz denunciante de los crímenes del gobierno venezolano contra su pueblo, dijo que "Venezuela es una amenaza a la seguridad y la estabilidad de las Américas, es la causa de la más grave crisis migratoria al presente, y tiene instalado el narcotráfico en la cúpula del gobierno", e instó a no ignorar lo que está sucediendo en Venezuela, ni a ser complaciente con la violación sistemática de los derechos humanos en el país.
El embajador de Japón ante el Consejo de Seguridad instó al gobierno venezolano a respetar la democracia en el país, calificando la situación como realmente lamentable, por lo que abogó por la “restauración lo antes posible de la democracia”.
El embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Rafael Ramírez,dijo que el gobierno de Estados Unidos pretende usar la plataforma del Consejo de Seguridad para imponer su agenda intervencionista en el país, y “desvirtuar la misión de esta instancia y agredir nuevamente a la patria bolivariana”.
China, Rusia y Bolivia, que también forman parte del Consejo de Seguridad, no participaron en la reunión, manifestando su solidaridad con Venezuela, su independencia y su derecho a su autodeterminación.