Los presidentes de El Salvador, Honduras y Guatemala pedirán el viernes al presidente Barack Obama que EE.UU. no deporte a niños indocumentados que han sido detenidos en la frontera sur norteamericana.
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Serén, dijo que todos los países implicados en el conflicto de la migración infantil deben colaborar para lograr que se llegue a un consenso sobre qué hacer con los menores, sin que esto implique deportarlos inmediatamente sin estudiar sus casos.
Esto incluye a El Salvador, Guatemala, Honduras, EE.UU., como país receptor de los niños; y México, país de tránsito.
Los planteamientos que estos países llevarán a Obama son cuatro, según Sánchez Serén: que la primera y principal opción para el futuro de estos niños no sea la deportación; que se estudien sus casos de acuerdo a las leyes de EE.UU. y sean amparados; demostrar el daño psicológico al que se enfrentan y llevar ante la justicia a los grupos que trafican con ellos; y por último, la colaboración entre los países de origen, de tránsito y de recepción de los menores, según información publicada en el periódico salvadoreño El Diario de Hoy.
Por su parte, Honduras lanzó una campaña para prevenir la migración infantil, cuyo lema es “No arriesgues la vida de tus hijos, la migración infantil también es abandono”.
La campaña se difundirá por medios escritos, radiofónicos y digitales, y su objetivo es frenar la salida del país de niños solos que acaben abandonados o en manos de coyotes.
Esto llega después del anuncio que Honduras ayudará a la reasimilación de madres y niños migrantes que hayan sido deportados de Estados Unidos con la instalación de albergues temporales.
La Fuerza de Tarea del Niño Migrante hondureña acondicionará espacios temporales para que los migrantes realicen de forma adecuada la espera de traslado a sus destinos en el interior de Honduras.
El lunes, el gobernador de Texas, Rick Perry, anunció que enviará hasta 1.000 efectivos de la Guardia Nacional durante el próximo mes a la frontera con México para combatir a los criminales que están engañando a los niños y a sus familias para que emigren a EE.UU.