Autoridades mexicanas iniciaron las operaciones para impedir que migrantes suban en el sur de México al tren de carga conocido como “La Bestia” y hasta ahora han sido bajados más de 6.000 personas, informó el coordinador federal para asuntos migratorios de la frontera sur, Humberto Mayans.
“No se va a permitir que de ninguna manera aborden el ferrocarril”, dijo en una entrevista a Radio Fórmula.
El gobierno anunció anteriormente una mayor vigilancia y cambios a la infraestructura ferroviaria para incrementar la velocidad del tren de carga en el sur de México, como parte de los esfuerzos para impedir que los migrantes suban a los techos, como desde hace años lo hacen. Sin embargo, no se dieron mayores detalles.
Activistas de derechos humanos han señalado que desde hace algunas semanas ha habido operativos en algunas localidades del sur del país, en los que fuerzas federales permanecen en las estaciones de trenes para evitar que los migrantes suban a los trenes.
Mayans aseguró que esos migrantes han sido bajados “respetando su dignidad, con todo respeto de los derechos humanos”, aunque no dijo cuándo comenzaron esos operativos ni qué ha pasado con las personas.
Los trabajos de vigilancia incluyen las estaciones de tren donde se subían con regularidad los migrantes, donde operan agentes migratorios, además de autoridades estatales y municipales, según Mayans.
Sin embargo, estas operaciones han obligado a los migrantes a intentar subir al tren en zonas selváticas y no habilitadas para ello.
“Antes podíamos estar en el pueblo, pero ahora estamos expuestos a todo, al monte, los animales, los policías, los ladrones, el narco", dijo a The Associated Press Guillermo Sismit, un migrante guatemalteco de 38 años, que fue deportado de Miami y busca regresar con sus dos hijos a Estados Unidos.
Sismit y otros de los migrantes aseguraron que muchos migrantes más también acampaban más adelante a la orilla de las vías para esperar al tren y así poder abordarlo.
Decenas de miles de migrantes, sobre todo centroamericanos, cruzan cada año por territorio mexicano para intentar llegar a Estados Unidos.
Varios de ellos hacen buena parte del viaje encima de vagones de trenes desde el sureste hasta el norte, en los cuales llegan a ser víctimas de extorsiones y asaltos por parte de bandas.
