En una declaración conjunta, la Iglesia católica de Estados Unidos, México, Honduras, Guatemala y El Salvador pidieron a las autoridades de estos países una respuesta integral a la crisis de niños inmigrantes que llegan a la frontera de EE.UU. solos.
La declaración fue firmada por el obispo de Estados Unidos, Eusebio Elizondo; Romero Tovar (El Salvador), Eugenio Lira y Guillermo Ortiz (México) y el arzobispo de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez.
“Estos niños salieron de sus países empujados por la miseria, la violencia o el deseo de reunirse con sus padres o algunos de sus familiares que ya han migrado, y ahora, luego de enfrentar toda clase de privaciones y peligros, viven una terrible crisis humanitaria”, establece la declaración.
“Esta dramática situación nos afecta a todos y ha de comprometernos a ‘globalizar la solidaridad’, reconociendo, respetando, promoviendo y defendiendo la vida, dignidad y derechos de toda persona, independientemente de su condición migratoria”, señalan los firmantes.
El comunicado respalda la Declaración Extraordinaria de Managua, firmado por Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estado Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana; la cual establece la corresponsabilidad regional y el compromiso a implementar medidas integrales y articuladas para garantizar el interés superior del niño y adolescente.
“Un aspecto importante de la Declaración es el compromiso conjunto para erradicar las causas estructurales que provocan la migración irregular de menores de edad, creando programas de desarrollo social y económico en las comunidades de origen, así como programas de reinserción y reintegración para los que retornan”, se lee en el comunicado de la iglesia. “También se reconoce que algunos de estos niños y adolescentes migrantes podrían obtener la condición de refugiado o protección complementaria”.
Grupos de Derechos Humanos han solicitado al gobierno de EE.UU. que se entregue esta condición a los menores inmigrantes, pero las autoridades estadounidenses no se han manifestado al respecto.
La declaración dice apoyar la solicitud que Monseñor Mark Seitz, obispo de El Paso, al Comité de Migración de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de emitir declaratoria de crisis humanitaria para dar una respuesta integral al problema.
Los representantes religiosos piden la creación de políticas públicas que den servicios básicos y protección al migrante, examinar las raíces del éxodo migratorio, asignar recursos federales para invertir en los países expulsores a fin de evitar la necesidad de migrar, y promover programas de reunificación familiar para los migrantes.