El aumento de los precios del gas natural y la electricidad en Europa han acaparado recientemente la atención de la prensa, pero una crisis energética relacionada con la pandemia de COVID-19 está también afectando a China, donde las reservas de carbón están peligrosamente bajas.
La crisis energética en China tendrá mayores consecuencias para la economía global que el problema europeo, señalan los expertos.
Algunas regiones chinas están racionando la electricidad a las fábricas y dos tercios del país sufrieron apagones la semana pasada.
La prensa estatal mantiene un tono optimista, pero hasta el Global Times, el medio en inglés del Partido Comunista, admitió hace poco que “hubo algunos problemas que pudieron causar el colapso de la red energética (del noreste), que se sumaron a la insuficiencia eléctrica regional”.
Al igual que en Europa y Estados Unidos, el repunte de la demanda ha sobrecargado la capacidad de generación de electricidad en China, y, debido a condiciones climáticas, los sistemas renovables han producido menos energía de la esperada, dicen analistas del sector.
El problema se ha complicado por la introducción de medidas punitivas por el gobierno para cumplir las metas de reducción de combustibles fósiles establecidas por Beijing para alcanzar sus compromisos de recortar las emisiones de carbón en un 65% antes de 2030.
Según la Comisión para el Desarrollo y Reforma Nacional, que controla la planificación de la economía de China, 20 provincias no cumplieron sus metas de carbón para 2021, entre ellas Guangdong y Jiangsu, que juntas generan más de un tercio de la producción económica del país.
Los precios de la energía se han más que duplicado en China en medio de un aumento de la demanda de electricidad de las fábricas y menos producción de las minas de carbón.
Veinte de las 31 provincias de China están ahora racionando la electricidad, lo que está impactando en la producción de aluminio, acero, cemento y fertilizantes.
A pesar de ser el principal productor de carbón del mundo, China tenía este lunes reservas solo para 14 días y se verá obligada a importar. Sin embargo, eso será difícil en parte a causa de un embargo impuesto el año pasado a las importaciones de carbón de Australia, el mayor exportador global.
Con la orden de Beijing a las compañías generadoras estatales de asegurar el abastecimiento, los mercados de energía globales probablemente observarán una guerra de ofertas por suministros de carbón y gas natural, lo que disparará los precios en todo el mundo.
Capital Economics, una empresa de análisis y consultas en Londres, dijo a sus clientes la semana pasada que la “escasez de energía no disminuirá en un futuro inmediato”.
“La insuficiencia energética de China es una reflexión de la presión global en los mercados de energía y no se resolverá de la noche a la mañana”, dijo Julian Evans-Pritchard. “El racionamiento de electricidad seguirá restringiendo la actividad industrial hasta que la demanda se debilite lo suficiente para que el mercado de energía doméstico regrese al equilibrio”.
[Con información de Jamie Dettmer, VOA]
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