Las autoridades del sector turístico en Costa Rica están alarmadas por la situación que vive el país debido a los efectos de la pandemia del coronavirus (COVID-19) y declararon que el sector se encuentra en una situación de emergencia total y estado de calamidad.
“Nos encontramos ante una temporada cero por primera vez en la historia de nuestro país, que significa el cese total del ingreso de la materia prima (turistas) para el sector, por ende, el cese total de ingresos financieros para afrontar sus obligaciones”, revela el acuerdo SJD-079-2020 de la Junta Directiva del estatal Instituto Costarricense de Turismo (ICT) del 23 de marzo.
Un criterio similar expresó la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) de ese país en un comunicado esta semana, alegando que proyectan que la “Temporada Cero” durará, como mínimo, tres meses, una estimación similar a la hecha por el gerente general del ICT Alberto López.
En CANATUR además vaticinan que posterior a esto, el sector entrará en una etapa de recuperación, que le podrá tomar unos doce meses adicionales.
La semana anterior todavía permanecían algunos extranjeros que habían ingresado a Costa Rica antes de que se anunciara el cierre de fronteras. Sin embargo, con el avance de los días, prácticamente la totalidad de ellos ya regresaron a sus naciones de origen.
A esto hay que sumarle el llamado de las autoridades a los costarricenses de permanecer en sus hogares, y más recientemente, la restricción vehicular sanitaria, así como la orden de cierre total de playas y parques nacionales.
Para las autoridades de CANATUR recobrar el ritmo dependerá de múltiples factores, como las decisiones de los principales mercados emisores de turistas para el país, el estadounidense y el europeo, la recuperación de la industria aeronáutica y los esfuerzos de promoción internacional, entre otros.
Aunque casi a diario los medios locales informan del cierre temporal de hoteles y negocios relacionados con el sector turístico, de momento autoridades de CANATRUR dicen que es imposible determinar el volumen real de despidos.
En contraposición muchos empresarios del sector turístico han optado por enviar a sus colaboradores a vacaciones como una medida temporal. En otros casos han decidido reducir la jornada para asegurar que reciban una parte de sus ingresos, sin embargo, no todas las empresas están en la posibilidad de aplicar estas medidas para retenerlos.
“Nuestra mayor prioridad es evitar al máximo los despidos de nuestros trabajadores. No obstante, será inevitable prescindir de algunos, suspender contratos o reducir jornadas laborales, lo cierto es que los ingresos se verán afectados de alguna u otra manera, por eso, una de nuestras solicitudes al Estado es la creación de un subsidio que les permita atender sus necesidades básicas”, indicó el presidente de CANATUR, Rubén Acón.
En estos momentos CANATUR y el ICT está gestionando con los ministerios de Planificación y Hacienda, la aprobación urgente de un subsidio para apoyar a aquellos trabajadores que se vean afectados por la reducción de la jornada laboral, la suspensión del contrato, o en el peor de los casos, el despido.