Un tribunal ruso ordenó este viernes que una periodista ruso-estadounidense siga detenida hasta al menos el 5 agosto, a la espera de investigación y juicio, en un episodio más de la campaña del Kremlin contra la disidencia y la libertad de expresión.
Alsu Kurmasheva, editora del servicio Tatar-Bashkir de Radio Free Europe/Radio Liberty, financiado por el gobierno de Estados Unidos, fue detenida el 18 de octubre y acusada de no registrarse como agente extranjero cuando recopilaba información sobre el ejército ruso.
Más tarde, fue acusada también de difundir “información falsa” sobre el ejército.
Un tribunal de Tartaristán ordenó este viernes que permanezca retenida hasta al menos el 5 de agosto, de acuerdo con OVD-Info, un grupo de derechos ruso que monitorea las detenciones por causas políticas.
Si es declarada culpable, Kurmasheva, que tiene doble nacionalidad estadounidense y rusa y vive en Praga con su esposo y sus dos hijas, podría enfrentar una pena de hasta 10 años de cárcel, indicó RFE/RL.
Las autoridades rusas han intensificado la represión contra los críticos del Kremlin y los periodistas independientes luego de que el presidente Vladimir Putin ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, utilizando una ley que penaliza cualquier expresión pública sobre el conflicto que se desvíe de la línea marcada por el gobierno ruso.
Kurmasheva fue la segunda periodista estadounidense detenida en Rusia el año pasado, después del arresto del reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich por presunto espionaje en marzo. Gershkovich y el diario rechazaron los cargos y las autoridades estadounidenses dijeron que estaba detenido injustamente, pero el periodista lleva un año encarcelado.
Kurmasheva fue detenida inicialmente el 2 de junio en el Aeropuerto Internacional de Kazán después de viajar a Rusia el mes anterior para visitar a su anciana madre enferma.
Los funcionarios confiscaron sus pasaportes estadounidense y ruso y la multaron por no registrar su documentación estadounidense. Mientras esperaba para recuperar sus pasaportes, fue arrestada por nuevos cargos en octubre. RFE/RL ha pedido su liberación.
Las autoridades rusas ordenaron a RFE/RL que se registrara como agente extranjero en 2017, pero ha impugnado el uso por parte de Moscú de leyes sobre agentes extranjeros ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Rusia ha impuesto una multa millonaria a la organización.
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