El estudio, que analizó unas 5 mil secuencias genéticas del mortal virus, en Houston, documentó una continua acumulación de mutaciones, una de las cuales lo ha hecho más contagioso.
El autor principal de la investigación, el doctor James Musser, destacó la importancia del nuevo hallazgo y aseguró que no hay nada en su estudio que diga que los fabricantes de vacunas deban cambiar lo que están haciendo. Sin embargo, hizo énfasis en que se debe estar atentos a medida que se avanza y se lanza la vacuna, “porque como saben otros virus como la gripe, pueden mutar y escapar a la vacunación”.
Musse dijo que, hasta el momento, no se ha detectado que alguna de las mutaciones, identificadas en el estudio, vuelva más mortal al COVID-19. Pero hay que estar vigilantes, advirtió.
“Una de las cosas que hemos aprendido sobre este virus es que es muy difícil de predecir. Como saben, actualmente en Europa, muchos de los países europeos están experimentando una segunda ola de enfermedades”.
La investigación muestra que el virus se difundió a través de los vecindarios de Houston, en dos fases, la primera, afectando a individuos más ricos y mayores, y luego una segunda oleada, que golpeó a gente más joven ya los barrios de bajos ingresos, afectando a muchos latinos.
La doctora Ligia Peralta analizó los resultados del estudio de manera independiente, a petición de la Voz de América y destacó que lo que buscan saber es la efectividad de seguir las medidas sanitarias como usar mascarilla, el distanciamiento social o sobre todo con el lavado de manos. “Y esa es la importancia de este estudio, que epidemiológicamente podemos saber qué medidas tomar, a medida que este virus va cambiando”, afirmó Peralta.
Ambos expertos coincidieron en la importancia de no abandonar los hábitos de protección.