Es la época de floración de los cerezos y la antigua capital japonesa de Nara, con sus rebaños de ciervos y su majestuoso templo de Todaji, conocido por su gran estatua de Buda, estaría a rebosar en circunstancias normales.
Este año está casi desierta, al igual que la mayoría de los destinos turísticos en Japón, ya que tanto los visitantes extranjeros como los locales se quedan en casa para intentar contener la expansión del nuevo coronavirus.
El sector turístico, muy dependiente de los viajeros extranjeros, ha sufrido desde que Beijing vetó los grupos turísticos a finales de enero. Pero hay un lado positivo para algunos japoneses que viven en lugares populares, como Tokio, y que estaban hartos de las multitudes y las molestias causadas por las legiones de visitantes.
El artista Kinji Nakamura, de 76 años y que vive cerca del pintoresco puente Togetsu, en el distrito Arashiyama de Kioto, estaba harto de los atascos y las molestias causadas por algunos turistas, a los que por ejemplo había que advertir que no treparan a antiguos y frágiles cerezos para hacerse fotos.
“Había demasiados turistas, y esto está bien”, dijo Nakamura.
Para el domingo, Japón había reportado más de 2.400 casos confirmados del virus, incluidos 712 infectados cuando estaban en cuarentena en un crucero. Las autoridades han ordenado el cierre de algunas escuelas y recomendado a la gente en lugares como Tokio, donde el número de casos está creciendo con rapidez, que intente quedarse en casa.
La mayoría de los enfermos sufren síntomas leves o moderados como fiebre y tos, que pasan en dos o tres semanas. Pero el virus puede matar o causar complicaciones graves como la neumonía, especialmente a ancianos o personas con problemas médicos previos. La gran mayoría de la gente se recupera.
Floración en Washington con menos afluencia
La capital estadounidense, Washington DC, también vio menos turistas en la temporada de floración de los árboles de cerezos.
Pero la oficina de la alcaldesa emitió una orden en la que invitaba a la ciudadanía y a los turistas a abstenerse de visitar en esta temporada debido al temor de contagios de coronavirus.
"El Servicio de Parques Nacionales recomienda encarecidamente a cualquiera que esté considerando una visita para ver los cerezos en flor reconsiderar y ayudar a prevenir la propagación del nuevo coronavirus, ya que es difícil mantener un distanciamiento social efectivo en grandes multitudes. Disminuir la propagación de enfermedades infecciosas es cosa de todos. responsabilidad", reza parte del comunicado que se publicó el 21 de marzo.
El pico de florecimiento de los árboles de cerezos ocurre del 20 de marzo al 12 de abril, y uno de los lugares más visitados en Washington es la zona llamada Tidal Basin, que ofrece excelentes fotografías cerca del Monumento a Jefferson, el Monumento a Franklin D. Roosevelt y el Monumento a Martin Luther King, Jr.
En la capital estadounidense, la floración de los cerezos se ha convertido en un festival conocido como el "National Cherry Blossom Festival" que no solo es una celebración de las flores, es un festival cultural de tres semanas que se celebra en toda la ciudad.
Inicia con la Pink Tie Party (Fiesta de la corbata rosa), que es una recaudación de fondos que ofrece cócteles, comida, música en vivo y baile.
La Ceremonia de Apertura es un evento gratuito celebrado en el Teatro Warner que incluye actuaciones tradicionales y contemporáneas de artistas estadounidenses y japoneses.
Otros eventos populares incluyen el Blossom Kite Festival (Festival de cometas), el National Cherry Blossom Festival Parade y el Petalpalooza, un festival musical.