La visita de la presidenta surcoreana Park Geun-hye a la Casa Blanca este viernes, la segunda desde que tomó el poder en 2013, se centrará sobre la solidez de la alianza entre los dos países en los aspectos económicos y sobre todo de seguridad, para encarar la amenaza nuclear norcoreana.
La visita de Park tiene lugar luego de fuertes tensiones fronterizas durante el verano en la frontera militarizada entre las dos Coreas y la especulación de que Corea del Norte puede estar planeando el lanzamiento de otro cohete al espacio o de realizar pruebas nucleares en desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El papel de China en la región también será parte de la reunión bilateral con el presidente Barack Obama, que comienza al mediodía y que incluye un almuerzo de trabajo en el que también participa el vicepresidente Joe Biden.
“Es sobre el establecimiento de una dirección estratégica para los próximos cinco o 10 años”, según explica Jim Schoff, un miembro de alto nivel del Programa Internacional de Paz en Asia del Carnegie Edowment.
Schoff piensa que los dos líderes podrían discutir también la posibilidad de entrar en el THAAD – oDefensa Aérea de Altitud Terminal, un sistema de misiles balísticos diseñados para interceptar otros misiles enemigos cuando alcanzan su fase terminal—en caso que Corea del Norte continúe progresando en su capacidad militar.
Park fue recibida con gran pompa el jueves en Departamento de Defensa, donde se reunió con el jefe del Pentágono, Ash Carter, que resaltó la alianza entre los dos países como “la pieza clave en la paz y la seguridad… en todo el Pacífico Asiático”.
