Una figura poco notoria en la política estadounidense, el libertario Gary Johnson, ganó la nominación presidencial de su partido el domingo para competir en las elecciones de noviembre.
Encuestas recientes muestran que Johnson, de 63 años, quien fue gobernador de Nuevo México por el Partido Republicano antes de convertirse en libertario, ganaría un 10% del voto nacional contra los favoritos Donald Trump y Hillary Clinton en una hipotética competencia entre los tres en la elección de noviembre.
En su convención nacional realizada en Orlando, Florida, los libertarios también escogieron al exgobernador de Massachusetts, William Weld, como candidato a la vicepresidencia en la fórmula con Johnson.
El Partido Libertario está a favor de los derechos individuales, y se oponen a lo que llaman el "culto del estado omnipotente".
Los candidatos de terceros partidos en Estados Unidos no han tenido mucha suerte en las elecciones presidenciales estadounidenses, a menudo desapareciendo de las preferencias cuando se acerca la elección.
Aún si Johnson pudiera mantener el 10% de preferencia a nivel nacional, difícilmente ganaría alguno de los 50 estados que van a votar, pero podría afectar a cualquiera de los otros dos candidatos en algunos estados individuales.
Las elecciones presidenciales en EE.UU. no se deciden por el voto popular, sino por los votos de cada estado de manera individual, siendo los estados más grandes los de mayor importancia para el resultado.
