Más y más estadounidenses están a favor de leyes más duras para el control de armas, pero se muestran pesimistas de que haya un pronto cambio.
De acuerdo a una encuesta de Associated Press-GfK, casi dos tercios de los encuestados apoyan leyes más estrictas, y la mayoría está a favor de prohibir las ventas de armas de asalto semiautomáticas, como el fusil AR-15, y de cargadores de 10 o más balas.
Los resultados difieren cuando las preguntas se conectan con las preferencias políticas. Entre los demócratas, 84% apoyan mayores restricciones a las armas comparado con solo 41% de los republicanos.
Aún así, el porcentaje de estadounidenses que quieren leyes más estrictas es el más alto desde que se comenzaron las encuestas de este tipo en 2013, unos 10 meses después de la matanza de la escuela primaria Sandy Hook en Newton, Connecticut, en la que murieron 20 niños y seis maestros.
La encuesta también revela que los estadounidenses no se sienten seguros y están preocupados que ellos o algún pariente puede convertirse en víctima de la violencia armada.
Una mayoría de los entrevistados dijeron que estarían a favor de que las medidas se tomaran a nivel nacional y no estatal, pero menos de la mitad dijeron no creer que los legisladores las aprueben en el próximo año.