Miles de manifestantes en Hong Kong continúan bloqueando una importante avenida de la ciudad e intersecciones desafiando un llamado del gobierno para que abandonen las calles y permitan la reanudación de los servicios de transporte público.
En un comunicado este lunes, el gobierno pidió a los manifestantes abandonar pacíficamente las áreas de protesta e indicó que está retirando las fuerzas anti-motines.
Sin embargo, horas más tarde, grandes multitudes de manifestantes seguían en las calles. Muchos negocios han cerrado sus puertas.
Gondon Cheung, un manifestante pro-democracia dijo a periodistas que él cree que la policía luchará contra ellos, “ pero nosotros no lucharemos contra nuestra policía, porque no deberíamos usar nuestras manos para proteger nuestro Hong Kong y nuestro futuro.”
Durante la noche, policías anti-motines usaron gas pimienta, gas lacrimógeno y bastones intentando dispersar a los manifestantes que protestaron todo el fin de semana. Varias personas resultaron heridas en los enfrentamientos.
Un grupo de manifestantes alrededor de un edificio del gobierno continúan en el lugar haciendo caso omiso de mensajes de líderes estudiantiles y pro-democracia para que se retiren por temor a que la policía use balas de goma.
Los enfrentamientos del domingo ocurrieron poco después de que el jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, anunciara que el gobierno iniciará una nueva ronda de conversaciones sobre reforma electoral.
Por su parte, la Casa Blanca informó estar siguiendo de cerca las protestas en Hong Kong.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el gobierno estadounidense apoya las “aspiraciones del pueblo”, indicó.
“Estados Unidos apoya el sufragio universal en Hong Kong de acuerdo a la ley fundamental y las aspiraciones de su pueblo”, agregó.
“Urgimos a las autoridades de Hong Kong a ejercer la contención y a los manifestantes a ejercer su derecho de forma pacífica”, agregó Earnest.
Los manifestantes forman parte de un movimiento masivo de desobediencia civil que pide menos intervención política de Beijing en la excolonia británica.
Protesta en Hong Kong
