Tanto para Donald Trump como para Hillary Clinton la noche victoriosa del martes casi les ha asegurado la nominación en sus partidos.
Ninguno de los dos candidatos alcanza todavía la cifra de delegados como para presentarse a sus convenciones en calidad de inobjetables nominados, pero a medida que el final se acerca, más cerca parecen tener la victoria.
En el lado republicano los rivales de Trump —el senador por Texas, Ted Cruz, y el gobernador de Ohio, John Kasich— ya tienen imposible matemáticamente alcanzarlo. Ahora solo apuestan a lograr que Trump no llegue al número mágico de 1.237 delegados y que eso les permita escoger al nominado en la Convención, con el apoyo del aparato del partido que ha mostrado gran oposición a Trump.
En el lado demócrata, el senador por Vermont, Bernie Sanders, todavía no está eliminado, pero encara obstáculos casi imposibles de superar a medida que se acerca la convención.
Quedan 14 primarias por pelear y Sanders necesitaría ganar aproximadamente el 80 por ciento del voto en la mayoría de estados para poder ganar. Hasta ahora ni él ni Clinton han alcanzado un margen así en ninguna primaria.