Tal como lo había anunciado, la Cámara Baja, liderada por los republicanos, aprobó una enmienda para bloquear la acción ejecutiva anunciada por el presidente Barack Obama que protegeren de la deportación a casi cinco millones de indocumentados en Estados Unidos.
Con 237 votos a favor y 190 en contra, los legisladores adoptaron la enmienda que formaba parte de una ley para financiar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de implementar los beneficios migratorios a quienes califiquen.
Aportes de inmigrantes
Aportes de inmigrantes
Según un estudio del Instituto de Política Fiscal de EE.UU., los inmigrantes han revitalizado la economía del país, especialmente en lo que se refiere a pequeños y medianos negocios.
En 2013, negocios familiares, restaurantes de comida tradicional, peluquerías y tiendas de inmigrantes generaron 13 mil millones de dólares, constituyéndose en importantes contribuidores para economías de ciudades como Miami, Los Ángeles o Washington.
Entre 2000 y 2013, los 90 mil negocios creados por inmigrantes ayudaron a compensar la pérdida de 30 mil negocios, según el estudio.
De igual manera, se aprobó otra enmienda para eliminar los fondos que garantizarían continuar con la implementación de la llamada Acción Diferida que protege de la deportación a miles de jóvenes indocumentados, quienes han crecido y estudiado en este país y que forman parte de llamado grupo de soñadores.
La Casa Blanca deploró la votación de la cámara.
“La cámara ha esencialmente complicado un esfuerzo para financiar el Departamento de Seguridad Nacional con modificaciones que no son relevantes y que evitan tanto la aplicación de las acciones ejecutivas pendientes, así como la inversión de la Acción Diferida para los programas de infancia, lo que ha permitido a 600 mil personas (…) convertirse en contribuyentes de nuestra sociedad y la economía”, dijo Cecilia Muñoz, directora de política doméstica pública de la Casa Blanca.
Los republicanos han reiterado que las acciones ejecutivas sobre inmigración fueron inconstitucionales y como tales debían ser canceladas.
“Si en el futuro un presidente republicano hiciera lo mismo, sería el primero en oponerme. La ley no está hecha por la Casa Blanca”, dijo el republicano Mick Mulvaney de Carolina del Sur.
Por su parte el legislador demócrata, Luis Gutiérrez, acusó a los republicanos de “malevolentes” al tratar de facilitar la deportación de inmigrantes que fueron traídos a EE.UU. cuando eran niños.
Algunos senadores republicanos se han opuesto a utilizar la ley de presupuesto de DHS contra la acción ejecutiva, e incluso de pasar el Senado es probable que el presidente vete la legislación.