El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que el fallo de una jueza federal contra una ley que ponía trabas al ingreso de homosexuales a las fuerzas armadas podría tener enormes consecuencias para los militares.
Gates señaló que la decisión definitiva de abandonar la política que impide a los homosexuales prestar abiertamente servicio militar debe ser adoptada por el Congreso.
“Estoy convencido de que ésta es una acción que necesita ser tomada por el Congreso y que requiere una preparación cuidadosa y mucho entrenamiento”, dijo.
La víspera, la jueza de distrito Virginia Phillips suspendió la aplicación de una polìtica que ha estado 17 años en vigor y que era conocida por el nombre de 'Don´t Ask, Don´t Tell' (No preguntes, no digas).
La ley, como su nombre lo indica, estipulaba no preguntar a los soldados sobre su orientación sexual, pero obligaba a expulsar de las fuerzas armadas a los que revelaran abiertamente su homosexualidad.
El Departamento de Justicia no ha dado a conocer si apelará o no el fallo de la jueza para lo que dispone de un plazo de 60 días.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs dijo que la política de 'No preguntes, no digas' debería eliminarse.
Durante la campaña electoral de 2008 que lo llevó a la presidencia, Barack Obama se pronunció contra la prohibición que ha impedido a los homosexuales alistarse abiertamente en el ejército.