En la cuenta regresiva se encuentran los legisladores en el Congreso, quienes entrarán en receso en los próximos días y todavía no se ponen de acuerdo si aprobarán o no los fondos adicionales solicitados por el presidente Barack Obama para atender la crisis en la frontera.
Republicanos de la Casa de Representantes y demócratas del Senado avanzaron sus propias propuestas el miércoles para enfrentar la crisis fronteriza.
Cada bando rápidamente descartó el planteamiento del otro como algo inaceptable, dejando cualquier solución antes del receso anual de agosto como poco claro.
A menos que los demócratas capitulen, "nosotros nos vamos a quedar en un punto muerto y nos ganaremos aún más el desprecio del pueblo estadounidense", dijo el senador republicano John McCain.
El martes, los demócratas en el Senado presentaron una propuesta que recorta en $1.000 millones de dólares el pedido de Obama, además de incluir $615 millones para combatir incendios forestales y $225 millones para ayudar a Israel en el desarrollo de un sistema de defensa antimisiles.
El proyecto de los demócratas en el Senado rechaza el cambio a una ley sobre el tratamiento de los niños víctimas de tráfico humano que permitiría la deportación automática de los menores centroamericanos, un punto que los republicanos respaldan, por lo que se considera poco probable que el Congreso avance en la aprobación de esta legislación.
Más tarde el 23 de julio, el líder republicano de la Casa de Representantes, John Boehner, envió una carta a Obama pidiéndole aclarar su apoyo para cambiar la ley de 2008, apuntando a señales mixtas de la Casa Blanca sobre el tema.
Lo que sí es innegable es que las agencias federales involucradas se están quedando sin dinero para seguir operando y autoridades como el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, y el propio presidente de EE.UU. han remarcado que urge aprobar estos fondos de emergencia para atender el problema.
El dinero no solo será destinado para ofrecer un trato digno y humanitario a los menores no acompañados y mujeres que ingresen por la frontera, sino también para combatir el tráfico humano, la violencia y la delincuencia no sólo en la frontera, sino también en los países implicados como El Salvador, Guatemala y Honduras.