La jueza venezolana María Lourdes Afiuni, cuyo proceso judicial lleva casi 10 años, fue sentenciada el jueves a cinco años de prisión por el delito de corrupción.
José Amalio Graterol, el abogado en Estados Unidos de la jueza, informó de la decisión y explicó que para hoy estaban programados los discursos de conclusiones de la defensa y de la Fiscalía.
Destacó que el Ministerio Público, encargado de decidir si se demostró la culpabilidad o no del acusado, no solicitó la condena de Afiuni y dijo que le dejaba la decisión al juez del caso.
Por su parte, la defensa ratificó que los fiscales no habían podido demostrar nada de lo que se le acusaba a la jueza.
Después de escuchar el cierre de ambas partes, el juez absolvió a Afiuni del delito de favorecimiento para la evasión de un detenido y del abuso de autoridad.
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Sin embargo, la condenó a cinco años de cárcel por corrupción a pesar, señala Graterol, de no haberse demostrado que había habido dinero o promesa de dinero a cambio de algo.
Tanto es así, explica el abogado, que este tipo de delito conlleva una “pena corporal”, cárcel, y una “pena pecuniaria”, una multa equivalente a la mitad del dinero obtenido o prometido por el acusado, pero el juez no impuso esta última sanción
“Estamos en presencia de una orden del Tribunal Supremo de Justicia usurpador que hay en Venezuela que maneja el poder judicial como brazo ejecutor de la persecución política”, afirmó Graterol.
En diciembre de 2009, Afiuni fue encarcelada por contribuir presuntamente a la fuga del empresario venezolano Eligio Cedeño. El fallecido presidente Hugo Chávez ordenó, en cadena nacional, que fuera apresada.
Afiuni se encuentra bajo libertad condicional desde hace casi seis años.
El próximo paso de la defensa es apelar esta condena y esperar la decisión de un tribunal de ejecución de sentencia para ver si le permiten estar en libertad mientras continúa el proceso.
