La campaña electoral para las elecciones presidenciales del domingo en Venezuela cerró este jueves con mítines y movilizaciones. La oposición se mostró confiada en que las fuerzas armadas respetarán los resultados; mientras que el oficialismo prometió paz y diálogo.
Son 10 los candidatos, pero dos de ellos polarizan la intención de voto: el aspirante a la reelección, Nicolás Maduro, y el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, a quien respalda María Corina Machado, ganadora de la primaria presidencial opositora, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos.
“Vamos a ganar y vamos a cobrar, y confiamos en que nuestra Fuerza Armada haga respetar la voluntad de nuestro pueblo, miles de venezolanos quieren un cambio”, dijo González Urrutia en una conferencia de prensa antes de participar en el último mitin de su campaña.
Esta semana, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, dijo que esperarán la decisión del pueblo a través del organismo electoral. “El que ganó, a montarse encima en su proyecto de gobierno y el que perdió, que se vaya a descansar”, manifestó.
González Urrutia, un embajador retirado de 74 años y favorito según sondeos, y Machado, ingeniera y ex parlamentaria de 56 años, firmaron este jueves un acuerdo para un gobierno de transformación democrática basado en los principios de libertad, unidad, consenso, civilidad, Estado de derecho, reencuentro y sentido de urgencia, respaldado por la coalición de partidos opositores.
Al invitar a los venezolanos a votar e insistir en que el voto es secreto, el candidato presidencial ofreció una serie de transformaciones para reconstruir el país y subrayó que no vienen a perseguir a nadie.
Por su parte, Machado pidió salir a votar lo más temprano posible, exhortó a los ciudadanos a permanecer en los centros de votación durante toda la jornada y los llamó a participar en el proceso de verificación ciudadana.
“Representa este momento el cierre de un ciclo y el inicio de una nueva era, el cierre de un ciclo de caos para iniciar una era de orden, estabilidad y seguridad. El cierre de un ciclo de violencia para avanzar en una era de paz, de respeto. El cierre de un ciclo de miseria para iniciar una etapa de prosperidad y bienestar”, sostuvo la líder opositora.
La oposición reiteró que tendrá testigos en cada una de las 30.026 mesas de votación.
Continuidad
En paralelo, Maduro, que busca su tercer mandato, ofreció “paz” y “diálogo” en un video pregrabado en el Palacio de Miraflores y difundido por el canal del Estado al mediodía de este jueves.
Vistiendo la banda presidencial, Maduro, de 61 años, explicó que su objetivo para los próximos años es “preservar la paz” y “consolidar un nuevo modelo económico productivo” en el país, que lleve a su vez a “la reconciliación y la armonía nacional”, si bien denunció “el bloqueo” por sanciones económicas e intentos de golpe y magnicidios en su contra.
Su plan, indicó, representa “grandes cambios y transformaciones” y “encuentro entre venezolanos”. Su mensaje del jueves contrasta con sus menciones de guerra civil y de “un baño de sangre” en caso de su derrota, en actos de campaña electoral en días recientes.
“Soy el único candidato que tiene un plan hecho en Venezuela (…) para construir en paz, con estabilidad y diálogo (…) Tenemos en las manos una oportunidad de oro para sentar las bases de la Venezuela alternativa, potencia y asegurar 50 años de paz, estabilidad, con crecimiento, de felicidad. Más patria, más cambios, más transformaciones”, afirmó.
Reafirmó su proyecto de comunas donde se decidan la prioridad de los planes sociales para las comunidades, entregar un millón de créditos a emprendedores este año y garantizar un sistema monetario “estable”.
Pidió a los venezolanos “sentido común y patriotismo” cuando elijan este domingo en las urnas comiciales a su presidente por los próximos seis años.
“Cabemos todos y todas, es un solo país, tenemos un mismo destino”, agregó.
Fin de la campaña
Simpatizantes del gobierno y la oposición se concentraron en diversos puntos de Caracas donde ondearon banderas de Venezuela y mensajes en los que manifestaron su apoyo a los candidatos.
A bordo de un camión rodeado de motorizados, González Urrutia, junto a parte de su familia; Machado y dirigentes de los principales partidos de la oposición, recorrieron varias calles de la capital venezolana hasta llegar a la avenida principal de Las Mercedes, una urbanización en la que decenas de personas los esperaban.
En la concentración, muchos ciudadanos mostraban carteles en los que pedían la liberación de presos políticos y el regreso de sus seres queridos al país.
Machado previamente agradeció a todos aquellos que hicieron posible llevar a cabo una campaña electoral sin recursos ni entrevistas o cobertura en televisión o radio nacional.
Varios hoteles, posadas y restaurantes han sido sancionados y cerrados por el organismo de fiscalización tributaria de Venezuela, luego de haber ofrecido sus servicios a dirigentes opositores. También han sido detenidas personas que han ofrecido servicio logístico.
Maduro, en tanto, participó en mítines en Maracaibo, en el estado Zulia en el oeste de Venezuela y cerró en Caracas, donde sus simpatizantes se reunieron frente a una gran tarima con llamativas pantallas, que fue instalada en la avenida Bolívar, una de las más importantes de la capital.
Allí bailó, cantó, exclamó consignas y dio un discurso acompañado de su esposa, altos funcionarios y cantantes que asistieron a sus movilizaciones.
Nuevamente arremetió contra su principal rival sin mencionarlo explícitamente, habló de crecimiento, prosperidad económica y pidió el apoyo de los venezolanos en los comicios.
“Paz o guerra; guarimba o tranquilidad; derecha extrema o chavistas; fascismo o democracia popular; capitalismo salvaje o socialismo cristiano”, dijo al insistir que el domingo se decide el futuro del país para los próximos 50 años.
"No le vamos a permitir que sigan haciendo daño, se les acabó el tiempo, si se comen la luz se van a arrepentir por 200 años, será el último error que cometerán en su vida política. Habrá mano de hierro y justicia a los fascistas violentos y guarimberos”, advirtió.
Al menos 77 personas fueron detenidas en el marco de la campaña electoral que inició el 4 de julio y que estuvo marcada por denuncias de represión y persecución sistemática por parte del Estado.
El oficialismo ha acusado a la oposición de pretender denunciar un fraude electoral el domingo y de estar organizando planes violentos. Pero la coalición opositora, que ha puesto en duda que las elecciones sean competitivas, ha insistido en que busca una transición pacífica a través del voto.
Venezuela, que ha vivido años de polarización y crispación política, desde al menos 2014 atraviesa una emergencia humanitaria compleja y una crisis económica que, según cifras de Acnur, ha llevado a más de 7 millones de personas a migrar buscando una mejor calidad de vida. El gobierno lo atribuye a las sanciones impuestas por la comunidad internacional.
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