El paquete de asistencia económica de 2.2 billones de dólares podría no llegar a miles de ciudades y condados pequeños gravemente afectados y donde vive la mayoría de los estadounidenses, según documentos y entrevistas con funcionarios locales.
La crisis del coronavirus ha afectado severamente las finanzas de las pequeñas comunidades, no sólo por los monumentales gastos en la lucha contra la enfermedad sino también por la repentina pérdida de ingresos fiscales como los impuestos a la renta o a las ventas.
El Fondo de Alivio por el Coronavirus emplea una fórmula basada en el tamaño de la población para decidir la distribución de miles de millones de dólares a los estados, mientras se le permite a las localidades de más de 500.000 habitantes solicitar dinero directamente al Departamento del Tesoro. Sin embargo, las comunidades con una población menor a esa cifra quedan en el limbo.
Entre las comunidades afectadas está New Rochelle, en el estado de Nueva York, una de las ciudades más golpeadas por la pandemia.
La Liga Nacional de Ciudades y la Conferencia Nacional de Alcaldes difundieron el martes un estudio de más de 2.400 funcionarios locales según el cual el 88% “anticipa que la pandemia ocasionará duros recortes este año”, particularmente en reducción de servicios, licencias no pagadas y despidos. El pronóstico es “particularmente severo” para ciudades, pueblos y aldeas por debajo de ese límite poblacional.