Diez estados de Estados Unidos plantearán consultas sobre los derechos reproductivos en las próximas elecciones tras acalorados debates sobre cómo describir el impacto del aborto, y eso es sólo en inglés.
En 388 sitios de todo el país donde el inglés no es el idioma primario entre los votantes, la Ley de Derecho al Voto federal requiere que toda la información electoral esté disponible en el idioma nativo de cada comunidad.
Con esas traducciones se pretende ayudar a que personas que hablan inglés pero no es su lengua materna comprendan qué es lo que están votando. Pero los términos vagos o técnicos pueden ser un reto, más aún cuando se trata de idiomas indígenas con diccionarios escritos limitados.
Por ejemplo, el referendo de Nueva York ni siquiera utiliza la palabra “aborto”, lo que complica la labor. Algunos activistas se quejan de que la traducción oficial al coreano significa “dejar caer el feto”. ¿Y cómo explicar el concepto de “viabilidad” en las medidas de Florida y Nevada en las tradiciones orales de las tribus semínola y shoshone?
Las tribus navajo y hopi reciben más material traducido que la mayoría y tienen votantes más que suficientes para influir en resultados.
Bajo un acuerdo judicial federal con el secretario de gobierno de Arizona, funcionarios electorales de los condados reúnen a representantes de las comunidades para buscar un consenso sobre las traducciones escritas.
Después se crean grabaciones en navajo, hopi y español para las pantallas táctiles que también utilizan electores ciegos.
Sin prestarle mucha atención
Muchos otros lugares no prestan tanta atención a material oficial como las explicaciones sobre las medidas, dijo Allison Neswood, abogada de la Native American Rights Fund, un organismo sin fines de lucro que monitorea que los gobiernos estadounidenses cumplan con sus obligaciones legales.
“Las personas que hablan lenguas nativas deberían tener acceso a toda la información que tienen las personas que hablan inglés, incluido el lenguaje que explica las iniciativas en las boletas”, señaló Neswood.
Otras tribus han decidido no colocar traducciones escritas, y en lugar de ello colocan a intérpretes tribales dentro de las casillas electorales. La ley permite esto, pese a los cuestionamientos sobre la confidencialidad de las boletas y el posible sesgo que incluso los intérpretes dicen que puede ser problemático.
Por ejemplo, la Enmienda 79 de Colorado parece relativamente clara: un voto por el “sí” consagraría “un derecho al aborto” en la Constitución estatal.
Pero no existe ninguna palabra que signifique “aborto” en la lengua nativa de la tribu ute de la Montaña Ute en el condado Montezuma de Colorado, cuyo diccionario escrito tiene menos de 10.000 palabras, por lo que Helen Munoz, profesora de lengua ute, traducirá en persona el día de las elecciones.
Una frase que describe el aborto en ute significa: “tu bebé, tú lo estás matando”, explicó Munoz. Otra se refiere a poner fin a un embarazo antes de que el embrión se desarrolle: “tu bebé, antes de que crezca, está acabado”.
“Yo les explicaría a ellos que eso es lo que es el aborto: lo mata antes de que se desarrolle completamente”, señaló.
“Les preguntaría: ‘¿Qué opinas? Tú eres el que va a ingresar a esa casilla electoral para marcar lo que quieres. ¿Qué opinas?'”.
Glosarios con limitaciones
La mayor parte de los lugares obligados por la ley a ofrecer traducciones deben hacerlo al español. Entre los estados en los que hay medidas sobre derechos reproductivos en estos comicios, varios condados de Arizona deben proporcionar traducciones en las lenguas de las tribu navajo, hopi, apache, paiute y pueblo. Otras lenguas requeridas a nivel federal incluyen el shoshone y el filipino en condados de Nevada; seminola en Florida; ute en Colorado; y chino, coreano y bengalí en Nueva York.
En Florida, la supervisora electoral del condado Glades Aletris Farnam dijo que los líderes seminola le dijeron que su lengua no tenía suficientes palabras para traducir por escrito, de modo que contratan un traductor que acude al centro electoral de la comunidad.
La Propuesta 1 en Nueva York protegería contra la discriminación basada en “orientación sexual, identidad de género, expresión de género, embarazo, resultados del embarazo y salud y autonomía reproductiva”. Los defensores de la iniciativa dicen que eso incluye el aborto. Un juez rechazó su petición de que la descripción en inglés lo dijera expresamente, pero las traducciones oficiales utilizan la palabra de todos modos.
Como los caracteres en la versión coreana se traducen aproximadamente como “dejar caer el feto", los materiales de la Federación Asiático Estadounidense emplean símbolos que significan “detener el embarazo”, explicó Lucky Ho, que coordina acciones de participación cívica en el grupo.
La ciudad de Nueva York va más allá de los requisitos federales y también exige traducciones al árabe, francés, creole haitiano, italiano, polaco, ruso, urdu y yiddish. En algunos idiomas, las traducciones literales no tienen sentido, indicó Asher Ross, estratega veterano de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, que lo intentó en creole.
“La frase ‘resultados del embarazo’ no se traduce bien, esa fue la opinión que recibimos”, dijo Ross. “No sé cómo quedó la traducción final, pero lo hicieron lo mejor que pudieron”.
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