La educación formal en América Latina muestra avances, rezagos y “enormes retos”, indicaron expertos del sector que coinciden en que en algunas áreas los países del hemisferio han logrado progresos, pero en otros persisten los retrasos, sobre todo en la educación secundaria, al analizar el tema en este Día Mundial de la Educación.
Coinciden además que las demandas para formar estudiantes que afronten los retos del futuro debe encararse como prioridad.
La experta de la División de Educación en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Elena Arias, explica a la Voz de América que la región en general ha visto mejoras en la atención y cobertura de educación primaria.
Pero a medida los estudiantes crecen y se acerca la educación secundaria, la mitad no la concluye, por diferentes causas, lo que arrastra un problema de retraso general muy similar en todos los países del hemisferio.
“Conforme vamos avanzando en el ciclo educativo, en la trayectoria de los estudiantes se van haciendo más grandes esta cobertura, va bajando y se van ampliando las brechas (…) mientras la mayoría de estudiantes de primaria en la mayoría de los países la concluyen, cuando lo vemos a nivel secundaria ahí es donde empezamos a ver los primeros problemas”, dice la experta, que trabajó en un informe general de la educación en la región presentado a finales del año recién pasado.
Si a ello se incluyen otras variables como el uso de tecnologías, los planes formativos en los diferentes países, más las disparidades entre la educación pública y privada, las diferencias entones se van ampliado. Y no se siga si se comparan la asequibilidad a la escuela en zonas urbanas con las escuelas rurales, las diferencias sólo aumentan.
Sin embargo, la ONU, que celebra este día para visibilizar los retos globales para hacer una educación más asequible, ha priorizado para este 24 de enero de 2025, poner en prioridad la discusión sobre la inteligencia artificial como el gran reto en la educación.
La ONU lo ve como una oportunidad de hacer confluir la inteligencia artificial y la educación y “preservar la autonomía en un mundo automatizado” donde cada vez las tecnologías se volverán indispensables para responder a las demandas laborales del futuro.
El organismo global considera que “el poder de la educación para dotar a las personas y a las comunidades de los medios necesarios para navegar, comprender e influir en los avances tecnológicos”, debe regirse por principios éticos claros.
Si bien los países deben avanzar para implementar las tecnologías en la enseñanza, se la debe considerar como complementaria y no de “reemplazo” de la dimensión humana, por lo que la ve como una “herramienta al servicio de los profesores y estudiantes para proporcionarles autonomía y bienestar”.
La directora general de la agencia de la ONU para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay, considera que se debe “promover un debate mundial”, sobre el papel de esta tecnología generativa en la educación para establecer planes.
Los datos revelan que “en los países con rentas altas, más de dos tercios de los estudiantes de secundaria ya están utilizando herramientas generativas de IA para hacer los deberes. Los docentes están utilizando cada vez más la IA para preparar las clases y evaluar los trabajos de los estudiantes”, dijo.
Pero esas estimaciones, reconoce la UNESCO, chocan con realidades en regiones como Latinoamérica, donde los educadores carecen de una formación sobre la inclusión de tecnologías como la IA, pues hasta 2023 solo un 10 % de escuelas y universidades supervisaban el uso de esta tecnología en la enseñanza, y solo siete países del globo han elaborado marcos normativos.
Mas financiamiento
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), considera que la educación en la región no despegará mientras no se incremente la inversión educativa “especialmente en aquellas dimensiones donde se identifican rezagos e inequidades”, por lo que insta a los países a movilizar más recursos en esa vía.
Para CEPAL la “Declaración de Santiago 2024” que surtió hace un año de la reunión de ministros de educación latinoamericanos sienta el marco referencial y de compromisos, con el que se debe avanzar a una segunda etapa que consistirá en los desembolsos.
Aunque los países del hemisferio enfrentan grandes desafíos en otras áreas, este organismo regional ve clave afrontar en conjunto la educación.
“La educación es una inversión inteligente para salir de la trampa del desarrollo de bajo crecimiento y alta desigualdad en la que se encuentra la región. Avanzar hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad es una decisión política que se relaciona con el tipo de desarrollo que se quiere alcanzar”, opina CEPAL al abordar el problema.
Para la especialista del BID, Elena Arias, la cuestión en la región, a la luz de los hallazgos del estudio reciente es que el problema tiene dos vertientes, porque por un lado hacen falta recursos, pero también en otras se deben desarrollar capacidades y compromisos políticos.
Para Arias es claro que “se necesita mejorar el nivel de inversión (…) es difícil pedirle resultados al mismo nivel de los países desarrollados cuando no estamos invirtiendo el mismo nivel de recursos, pero también hay un problema de eficiencia (…) por lo que debemos mejorar ambas dimensiones”, dice la experta.
Una región compleja
La diversidad de América Latina presenta retos a la hora de pensar en sistemas educativos estandarizados, por lo que las fórmulas tienen que pasar por una serie de consideraciones, según la viceministra de Educación Bilingüe e Intercultural de Guatemala, Romelia Mó Isém, quien considera “complejos” los desafíos educativos en su país y la región.
“En un país multilingüe y plurinacional como Guatemala, con la mayor cantidad de población indígena (junto con Ecuador, Bolivia y Perú) y una rica variedad lingüística, pueden serlo todavía más”, dice al poner en discusión los rezagos a superar en un artículo especializado publicado por el BID.
En países con pueblos originarios como Guatemala, opina, existen prioridades como aumentar los años de escolaridad de esas poblaciones y acercarlos a la media nacional; por ejemplo, un indígena guatemalteco en las zonas rurales apenas alcanza los 4,5 años de escolaridad, “y con altas tasas de analfabetismo”, comparado con los 6,5 años de escolaridad del resto de la población.
Mó Isém dice que las mediciones de Naciones Unidas ubican a su país en “la penúltima posición en América Latina y de 127, entre 189 países a nivel mundial, lo cual es preocupante”.
Con esto los retos de incluir la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías no figuran como la máxima prioridad.
El investigador argentino Fernando Schapachnik, director de la Fundación Dr. Manuel Sadosky, considera que América Latina enfrenta varios dilemas relacionados con la educativa y las habilitades previstas en estudiantes para los trabajos del futuro.
Y dice que ante los dilemas de la educación para la era tecnológica “a la hora de analizar la particularidad de algunas regiones como América Latina y el Caribe, me parece importante poner la lupa también sobre otro punto: la complementación”.
Pues resulta que la automatización de puestos de trabajo ya se ha calculado en unos “356 millones de empleos en riesgo” a perderse en los próximos años por las invenciones tecnológicas que los sustituirán, son sectores que no están desarrollados en la región.
“Si el aumento de la productividad y la innovación tecnológica llevasen a la creación de puestos de trabajo nuevos, estos necesariamente deberían caer entre los no automatizables. Por ende, podrían requerir mayor complejidad intelectual o tratarse más bien de empleos manuales, por fuera del alcance de la automatización, al menos ahora. Y es aquí donde se presentan importantes desafíos para la región”, puntualizó.
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