El presidente estadounidense Donald Trump está más cerca de cumplir con su promesa de que se logre una reforma del sistema tributario antes de Navidad.
Después que el Comité de Presupuesto del Senado aprobó el plan de reforma tributaria del Partido Republicano, Trump dijo a los periodistas el martes que estaban en "muy buena posición" y pronosticó su aprobación en el pleno.
A pesar de la oposición de algunos demócratas, a quienes acusó de "mucho hablar y no actuar", Trump dijo no estar sorprendido de la decisión de los líderes demócratas de no reunirse con él en la Casa Blanca.
Con una votación de 12 votos a favor y 11 en contra, el Comité de Presupuesto del Senado logró avanzar para reformar el sistema tributario de Estados Unidos y logró superar su primera barrera.
Luego que el presidente Donald Trump visitó el martes el Congreso para promover su agenda de fin de año, el Comité de Presupuesto respaldó la propuesta republicana que promete ser la salvación de la clase trabajadora y que pone a EE.UU. primero, algo con lo que no están de acuerdo los demócratas.
De inmediato, el presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata, Tom Pérez, reaccionó ante el avance de la propuesta de reforma tributaria en el Senado y señaló que "esta ley fue escrita para Donald Trump y sus amigos ricos y no para la clase trabajadora".
A través de un comunicado, Pérez indicó que la ley de reforma tributaria mas bien dañaría a los trabajadores, a los propietarios de viviendas, a los maestros y a los estadounidenses mayores.
"De hecho mientras los republicanos intentan dar a las grandes corporaciones y al 1% de los estadounidenses otra ganancia inesperada y masiva, su plan aumentaría los impuestos a más de la mitad de los estadounidenses", afirmó Tom Pérez.
Los demócratas están de acuerdo con una reforma del plan tributario, pero que realmente beneficie a la clase trabajadora por lo que prometen "luchar con uñas y dientes para impedir que esta ley llegue al escritorio del presidente".
Wall Street sube a su máximo histórico
Las acciones en Estados Unidos subieron a niveles récord al cierre del martes, lideradas por las ganancias de los títulos bancarios gracias al avance de un proyecto de ley para recortar impuestos, fuertes datos de confianza del consumidor y comentarios optimistas del nominado para liderar la Reserva Federal.
El índice financiero del S&P subió un 2,6 por ciento, su mayor alza porcentual diaria desde el 1 de marzo. Las acciones del banco JP Morgan ganaron un 3,5 por ciento y las de Bank of America avanzaron un 3,9 por ciento.
El plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para un gran recorte de impuestos superó un obstáculo en una comisión del Senado, pese a las persistentes preocupaciones de algunos legisladores republicanos.
Wall Street está observando de cerca el progreso en los esfuerzos de reforma tributaria de los republicanos, con la esperanza de que los recortes impositivos a empresas alienten aún más el alza de las acciones.
“La gente está tratando de adelantarse a lo que piensan que ahora es una reforma fiscal en el lado corporativo”, dijo Rick Meckler, presidente de Liberty View Capital Management en Jersey City, Nueva Jersey.
El promedio industrial Dow Jones subió 255,93 puntos, o un 1,09 por ciento, a 23.836,71 unidades; mientras que el S&P 500 ganó 25,63 puntos, o un 0,99 por ciento, a 2.627,05 unidades. El Nasdaq avanzó 33,84 puntos, o un 0,49 por ciento, a 6.912,36 unidades.
Los tres índices cerraron en máximos históricos.
En un testimonio ante un comité del Senado, Jerome Powell, nominado por Trump para reemplazar a Janet Yellen como presidente de la Fed, defendió la necesidad de aligerar la regulación del sector financiero.
En general, Powell se presentó como un continuador de las políticas de la Fed bajo Yellen y su predecesor Ben Bernanke, confirmando las expectativas del mercado de que ofrece estabilidad a pesar del cambio en el liderazgo de la Fed.
Con información de Reuters