El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha dicho que no es optimista sobre una próxima solución a la desbordante migración venezolana en la región mientras no haya una solución política a la crisis generalizada que vive Venezuela.
En una visita el martes a Chile para observar en el terreno la respuesta local a la creciente llegada de venezolanos, Grandi se reunió por más de una hora con el canciller chileno, Teodoro Ribera, antes de trasladarse a Brasil.
Ni Grandi ni Ribera respondieron preguntas a la prensa. Ribera dijo que compartió con Grandi “nuestra preocupación por el flujo migratorio que se vive en Latinoamérica proveniente de Venezuela”.
Las visitas del comisionado ocurren en el contexto de un flujo migratorio de más de cuatro millones de venezolanos que han huido de su país en los últimos años. De este número, un 10% ha llegado a Chile.
El alto comisionado aseguró que esta oleada migrante es la más importante que ha observado el organismo que lidera y “es uno de los flujos más importantes que hemos visto en el mundo en las décadas pasadas”.
“Yo no estoy muy optimista”, dijo Grandi al referirse a una potencial disminución en el número de migrantes venezolanos.
Agregó que el flujo continuaría de no alcanzarse una solución que permita que los venezolanos vuelvan a su país.
Por su parte, la oficina de ACNUR informó en un comunicado que, tanto en Chile como Brasil, Grandi se reunirá con autoridades, representantes de organizaciones sociales y con migrantes venezolanos “para evaluar las necesidades humanitarias de las personas refugiadas y migrantes venezolanas y explorar formas de encontrar soluciones para los más necesitados”.
A excepción del encuentro con el canciller Ribera, la agenda del Comisionado en Chile se mantiene en reserva.
(Con información de AP)