La creciente conciencia de un trastorno digestivo provocado por una proteína que se encuentra en el trigo y otros granos está creando un mercado en Estados Unidos para productos alternativos, incluyendo el teff, un producto de la región del Cuerno de África.
El pan puede ser una sustancia peligrosa para un poco menos de un uno por ciento de la población mundial.
Estas personas tienen un desorden genético llamado enfermedad celíaca, en la que el gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, provoca una reacción en su sistema inmunológico que ataca a el intestino delgado. Puede dar lugar a desnutrición y otros problemas.
¿Quién es alérgico al pan?
Hace unos siete años, se le diagnosticó la enfermedad a Anna Quigg, ella era una adolescente, sufría de problemas de estómago y estreñimiento ocasional.
A veces sufría del problema opuesto. "No podía comer nada y sin tener que correr al baño", dice Anna.
Ella también sufría de dolor en las articulaciones y de anemia. No sabía lo que causaba los síntomas y nunca sospechó que el trigo fuera el problema.
"¿Quién piensa que puede ser alérgico al pan?", dice la joven.
La enfermedad celíaca es en realidad más que una alergia. Es una enfermedad autoinmune. Las defensas del organismo atacan por error el revestimiento del intestino delgado, donde los nutrientes son absorbidos.
Los síntomas y severidad varían. Los problemas de estómago, dolores en las articulaciones y la anemia son comunes. Los casos graves causan retraso en el crecimiento en los niños, y pueden conducir a enfermedades hepáticas, convulsiones y abortos involuntarios en los adultos.
No es un trastorno poco común
Según Alessio Fasano, director del Centro de Investigación Celíaca de la Universidad de Maryland, la enfermedad se consideraba un trastorno poco frecuente, que se encontraba sobre todo entre los europeos.
"Ahora, con los estudios epidemiológicos realizados en todas partes, podemos decir con un gran nivel de confianza que la enfermedad afecta a aproximadamente el mismo porcentaje de la población en todo el mundo. Es decir, aproximadamente un 1% ciento", dijo Fasano. "Por lo tanto, no es raro en absoluto."
Y si no es raro, eso significa que hay una gran cantidad de clientes potenciales en busca de productos sin gluten. Los fabricantes de estos alimentos han alcanzado gran popularidad.
Anna Quigg dice que era mucho más difícil encontrar alimentos sin gluten cuando se le diagnosticó la enfermedad hace siete años.
"Yo recuerdo la primera vez que fui de compras, me tomó alrededor de tres horas, y quería llorar del enojo cuando llegué a casa", recuerda Anna.
Cultivos rentables
La demanda de productos sin gluten crea una oportunidad para los agricultores como David Eckert. Hace unos ocho años, en su granja en Nevada, decidió empezar a sembrar teff, un grano de la región del Cuerno de Africa, que no contiene gluten.
"Lo que conviene a la mayoría de nosotros es el todopoderoso dólar", dice Eckert.
"Creo que este va a ser un gran mercado. Pienso que es simplemente llegar y conocer a las personas adecuadas, entrar en las grandes empresas que van a utilizar realmente el producto", explicó el agricultor.
Las empresas que fabrican productos sin gluten usan teff en parte porque es más nutritivo que otros productos como la harina de arroz o la fécula de papa.
El único obstáculo para el teff es que la mayoría de los estadounidenses, incluso los que tienen la enfermedad celíaca, prefieren comer pan blanco y suave.