Un anuncio de la guerrilla colombiana de las FARC precisa que a través de la Cruz Roja Internacional serán entregados dos policías y un soldado secuestrados en el sur occidente del país.
El presidente Juan Manuel Santos dio instrucciones al Ministerio de la Defensa para avanzar en las tareas humanitarias que permitan la liberación de dos policías secuestrados en la provincia del Valle del Cauca y un soldado plagiado en la región de Nariño, límites con Ecuador.
Los policías Cristian Yate y Víctor González fueron secuestrados en la población de Pradera, occidente de Colombia el pasado 25 de enero.
Durante la última semana, las FARC han sido blanco de fuertes críticas por parte de la Iglesia Católica, Gobierno Nacional, el congreso y organizaciones civiles que repudian el secuestro de policías, militares o civiles.
Antes, las FARC habían anunciado que se “reservaban el derecho” de secuestrar uniformados a quienes la guerrilla llama “prisioneros de guerra”.
Esta decisión de los alzados en armas, generó un manto de sombra sobre las negociaciones de paz que avanzan en La Habana, Cuba.
Dijo el presidente Santos en su momento que la guerrilla no se puede equivocar presionando de diferentes maneras un cese del fuego en todo el país.
Hace solo algunas horas, los altos mandos militares de Colombia anunciaron la muerte en combate de Jacobo Durango. "El cabecilla de las FARC, Jacobo Durango, es otro histórico que cae por la acción de nuestras Fuerzas Armadas", escribió Santos en su cuenta de twitter.
Sin embargo, la escalada terrorista de las FARC no se detiene. El pasado fin de semana en la región de Balsillas, alzados en armas de la cuadrilla móvil Teófilo Forero dinamitaron un edificio en donde funcionaba una escuela y los dormitorios de les estudiantes.
Los jóvenes campesinos llegarían este lunes a recibir sus clases. Se trata de menores de edad provenientes de lejanas zonas rurales que deben pernoctar en el pueblo para poder capacitarse.
“Los guerrilleros escondieron dentro de los dormitorios un explosivo aún no determinado y volaron el complejo al cual arribarían los niños de la región que inician clases en estos días”, dijo el coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Novena Brigada del Ejército.
La escuela fue construida con recursos de la Gobernación de Caquetá y la Embajada de Estados Unidos en Colombia. Por ahora se suspendieron las actividades académicas.
El presidente Juan Manuel Santos dio instrucciones al Ministerio de la Defensa para avanzar en las tareas humanitarias que permitan la liberación de dos policías secuestrados en la provincia del Valle del Cauca y un soldado plagiado en la región de Nariño, límites con Ecuador.
Los policías Cristian Yate y Víctor González fueron secuestrados en la población de Pradera, occidente de Colombia el pasado 25 de enero.
Durante la última semana, las FARC han sido blanco de fuertes críticas por parte de la Iglesia Católica, Gobierno Nacional, el congreso y organizaciones civiles que repudian el secuestro de policías, militares o civiles.
Antes, las FARC habían anunciado que se “reservaban el derecho” de secuestrar uniformados a quienes la guerrilla llama “prisioneros de guerra”.
Esta decisión de los alzados en armas, generó un manto de sombra sobre las negociaciones de paz que avanzan en La Habana, Cuba.
Dijo el presidente Santos en su momento que la guerrilla no se puede equivocar presionando de diferentes maneras un cese del fuego en todo el país.
Hace solo algunas horas, los altos mandos militares de Colombia anunciaron la muerte en combate de Jacobo Durango. "El cabecilla de las FARC, Jacobo Durango, es otro histórico que cae por la acción de nuestras Fuerzas Armadas", escribió Santos en su cuenta de twitter.
Sin embargo, la escalada terrorista de las FARC no se detiene. El pasado fin de semana en la región de Balsillas, alzados en armas de la cuadrilla móvil Teófilo Forero dinamitaron un edificio en donde funcionaba una escuela y los dormitorios de les estudiantes.
Los jóvenes campesinos llegarían este lunes a recibir sus clases. Se trata de menores de edad provenientes de lejanas zonas rurales que deben pernoctar en el pueblo para poder capacitarse.
“Los guerrilleros escondieron dentro de los dormitorios un explosivo aún no determinado y volaron el complejo al cual arribarían los niños de la región que inician clases en estos días”, dijo el coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Novena Brigada del Ejército.
La escuela fue construida con recursos de la Gobernación de Caquetá y la Embajada de Estados Unidos en Colombia. Por ahora se suspendieron las actividades académicas.