El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia se atribuyó en la madrugada del lunes la autoría de un ataque con coche bomba en una academia de policía de Bogotá que causó 21 muertos y docenas de heridos.
En un comunicado el grupo dijo que fue un acto legítimo de guerra y llamó al presidente de Colombia, Iván Duque, a regresar a la mesa de negociación instalada en Cuba.
La atribución llega varios días después del ataque ocurrido el pasado jueves contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, el centro de formación de oficiales de la Policía Nacional, cuando un carro cargado con 80 kilos de explosivos estalló frente a la institución. Las autoridades colombianas atribuyeron la acción a la guerrilla la pasada semana.
"La Escuela de Cadetes de la Policía Nacional, es una instalación militar; allá reciben instrucción y entrenamiento los oficiales que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente y dan trato de guerra a la protesta social", dijo el ELN en su página de Internet.
"Por tanto la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente", añadió el texto.
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El atentado provocó el repudio internacional. Estados Unidos, por ejemplo, emitió una "condena enérgicamente al grupo terrorista ELN" antes de que este se adjudicara el ataque.
"Hacemos un llamado al grupo para que cese todas las actividades terroristas y libere a las muchas personas inocentes que ha secuestrado y que actualmente tiene como rehenes", dijo un texto divulgado por el Departamento de Estado.
Así mismo, según EL TIEMPO, el Consejo de Seguridad de la ONU hizo un llamado para que "todos los Estados que hacen parte de este colaboren con Colombia para capturar a los integrantes de esa guerrilla".
"Los miembros del Consejo de Seguridad subrayan la necesidad de llevar ante la justicia a los autores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos condenables actos de terrorismo e instan a todos los Estados a que, de conformidad con sus obligaciones, en virtud del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, cooperen activamente con el Gobierno de Colombia y con todas las demás autoridades competentes a este respecto", señaló el organismo con sede en Nueva York, de acuerdo con lo publicado por el diario colombiano.
El papa Francisco también condenó el hecho la pasada semana: "El Santo Padre condena una vez más la violencia ciega, que es una ofensa gravísima al Creador, y eleva su oración al Señor para que ayude a perseverar en la construcción de la concordia y la paz en ese país y en el mundo entero", dijo el Vaticano en un comunicado.
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Duque le ha pedido a Cuba que arreste a 10 comandantes rebeldes que han estado viviendo en la isla con su permiso en un fallido intento de impulsar conversaciones de paz que comenzaron en 2017.
El atentado de la semana pasada contra la academia de policía General Santander fue el más letal de los últimos 15 años en Colombia.
Por su parte, el partido del Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que apoyó a Duque para la presidencia, manifestó el lunes a través de un comunicado su apoyo al presidente en la toma de decisiones para "enfrentar el narco-terrorismo".
"El Partido mantiene su compromiso en la defensa de la vida y libertades de los colombianos y condena las acciones de terror que buscan doblegar nuestra democracia. La paz verdadera no es fruto de la debilidad del Estado ni del miedo de los ciudadanos. Hoy los colombianos nos levantamos en una sola voz contra los terroristas", señala el documento.
También, denunciaron el aumento del narcotráfico que, según el partido, se ha hecho "a través de grupos terroristas, como el ELN", los cuales "han asesinado a líderes sociales y políticos (...) Son ellos los responsables del crecimiento de los cultivos de coca; destructores de la selva y autores de la contaminación de ríos con desechos químicos de esa droga".
El Centro Democrático también pidió ayuda efectiva a la comunidad internacional para detener integrantes de grupos armados.
Cuba fue durante meses sede de las conversaciones de paz entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y el ELN, por lo que varios negociadores del grupo permanecen en el país caribeño a la espera de una reactivación de los diálogos.
El canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, y el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, reiteraron que Bogotá no reconoce los protocolos porque se trató de un acto terrorista e insistieron a La Habana a que capture a los líderes del ELN.
"El ELN tuvo una gran oportunidad de mostrar su voluntad de paz", dijo Ceballos en una conferencia de prensa, refiriéndose al grupo por sus iniciales en español. "Y no hizo eso".
"No hay ni puede haber ninguna manifestación de perdón ni de amparo a un grupo que reconoció la autoría de este acto criminal, de este acto que no tiene justificación alguna", agregó Ceballos.
Ceballos dijo el lunes que el protocolo de la conferencia de paz fue establecido por la anterior administración presidencial de Colombia y, por lo tanto, no tiene peso. Dijo que en lugar de tratar el incidente como una ruptura en el diálogo, los funcionarios de la isla deberían cooperar para garantizar que todos los responsables de un ataque terrorista sean responsables.
Según el protocolo, una copia de la cual fue obtenida por The Associated Press, el ejército de Colombia debe interrumpir toda actividad en ciertos puntos de acceso durante un período de 72 horas para facilitar el regreso seguro de los líderes del ELN. El documento también deja abierta la posibilidad de que los rebeldes transiten por Venezuela.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, escribió en un tuit: "Cuba nunca ha permitido, ni nunca permitirá, que su territorio sea utilizado para perpetrar acciones terroristas contra ningún estado", escribió. "Cuba ha cumplido estrictamente con su papel como garante y sede alternativa del diálogo de paz entre el gobierno colombiano y el ELN".
El distanciamiento de las partes ha despertado temores de un incremento de la violencia en el país sudamericano.
El ELN, que tiene unos 2.000 combatientes y es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, es radical; tiene una cadena de mando difusa y disenso entre sus filas, lo que según fuentes de seguridad y analistas dificulta lograr un acuerdo de paz.
Sin embargo, el grupo rebelde que surgió en 1964 inspirado en la revolución cubana, insistió en la necesidad de buscar una solución negociada al conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
"Presidente Duque, queremos reiterarle que el camino de la guerra no es el futuro de Colombia, es la paz, por ello le recordamos que lo mejor para el país, es que envíe a su delegación de diálogos a la mesa, para darle continuidad al Proceso de Paz y a la construcción de los acuerdos que traemos desde el Gobierno anterior; camino de solución política del conflicto", dijo la organización rebelde.