La negociación de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quedó en suspenso el miércoles, después de que la guerrilla reinició sus ataques llevando al presidente a retirar a su negociador de la mesa para evaluar el futuro del proceso.
Antonio Guterres se reunirá con el presidente Juan Manuel Santos y con líderes de la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y representantes de la Iglesia católica en Bogotá, anunció el miércoles un portavoz de la ONU.
Viajará también al departamento de Meta, en el centro de Colombia, para visitar una zona de reintegración de excombatientes de las FARC que dejaron sus armas tras la firma del histórico acuerdo de paz en 2016.
Guterres llegará en un momento delicado, pues Santos suspendió la reanudación del diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa de Latinoamérica, que estaba prevista para este miércoles.
En la medianoche del martes expiró un cese bilateral al fuego, antes de que representantes del gobierno y del ELN -la mayor guerrilla activa del país- reanudaran en la capital de Ecuador las negociaciones iniciadas hace casi un año para acabar por completo con un conflicto interno que ha dejado 220.000 muertos.
El Gobierno informó que el grupo guerrillero, que cuenta con unos 2.000 combatientes, voló con explosivos tres tramos del oleoducto Caño Limón-Coveñas en los departamentos de Arauca y Boyacá. Y miembros del mismo grupo, lanzaron una granada a una base militar en el departamento de Arauca, hiriendo a dos efectivos.
Además, la empresa petrolera Ecopetrol reportó un ataque a unas instalaciones en una zona rural del departamento de Casanare, y dijo que debió activar un plan de contingencia para contener un derrame de crudo.
“Ante esta situación he conversado con el jefe de la delegación del Gobierno en Quito, doctor Gustavo Bell, para que regrese de inmediato para evaluar el futuro del proceso”, dijo el presidente Juan Manuel Santos desde la casa de gobierno.
“Le reiteré esta mañana a nuestras Fuerzas Armadas la orden de actuar con contundencia para responder a esta agresión y proteger la vida y honra de los colombianos, como es su deber constitucional”, agregó el mandatario.
Guerrilla insiste en continuar con la negociación
El jefe del equipo negociador del ELN, Pablo Beltrán, dijo desde Ecuador que los ataques no deben alterar las conversaciones para lograr una salida política al conflicto y que esperan una respuesta del gobierno para restablecer el diálogo, o de lo contrario regresarán a Colombia.
“Nos mantenemos en eso que se mantengan las conversaciones y que ningún incidente lleve a que se interrumpa y lo llamamos (al gobierno) a que reconsideren su retiro de la mesa”, declaró el líder rebelde.
Durante el cese del fuego, que comenzó el 1 de octubre, el grupo rebelde prometió suspender los secuestros, ataques a la infraestructura, el uso de minas terrestres y el reclutamiento de menores. El gobierno se comprometió a mejorar la protección a líderes comunitarios y las condiciones para 450 rebeldes presos.
Santos, quien termina su segundo mandato en agosto, firmó un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de 2016 después de cuatro años de negociaciones en Cuba. Las FARC son ahora un partido político con un candidato a la presidencia para las elecciones de mayo.
Fundado por sacerdotes católicos radicales en 1964, el ELN ha buscado la paz en el pasado con otros gobiernos, pero los intentos han fracasado por las posiciones radicales del grupo, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Con información de Reuters y AFP