El gobierno de Colombia insiste en brindar claras señales de diálogo a Venezuela, ante la profundización de la crisis diplomática que produjo incluso el cierre de la frontera entre los dos países, tras confusos episodios que involucraron la muerte de militares venezolanos y enfrentamientos con grupos irregulares.
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, pidió a Venezuela mantener la integración en la frontera binacional y dijo que jamás construirá "un Muro de Berlín" que separe a los pueblos. Por su parte, el Canciller colombiano Jaime Bermúdez, en declaraciones brindadas a los medios de comunicación en la sede del gobierno, la Casa de Nariño, dijo que “hay dificultades y problemas sensibles, pero creemos que la manera de abordarlos es hablando y estamos listos a ello”.
En tal sentido el canciller Bermúdez recordó que “hemos fijado una posición, no de ayer sino de hace mucho tiempo: la primera, la voluntad de diálogo de Colombia con Venezuela se mantiene; el interés del Presidente de la República, del Canciller, es procurar los escenarios de interlocución con el Jefe de Estado y el Gobierno de Venezuela”, declaró el jefe de la diplomacia colombiana.
El presidente Hugo Chávez ordenó reforzar el control militar tras el asesinato de dos efectivos de la Guardia Nacional destacados en la zona de frontera, lo que provocó el cierre de la frontera entre el estado de Táchira, en Venezuela, y el departamento de Norte de Santander, en Colombia. Sin embargo el presidente Uribe dijo que los habitantes de la frontera deben continuar viviendo integrados en lo que definió como un "derecho sagrado".
Varios hechos violentos se han registrado en los últimos días en la frontera de ambas naciones, incluyendo el secuestro y asesinato de nueve colombianos por parte de un grupo armado en Táchira, en lo que Venezuela calificó como un acto del conflicto interno de Colombia.
El Gobierno de Bogotá insiste en la necesidad de aclarar la masacre de sus ciudadanos en Venezuela y reiteró su disposición para colaborar en la identificación, captura y condena de los responsables. La administración del presidente Uribe también repudió el asesinato de los efectivos de la Guardia Nacional de Venezuela.
Colombia y Venezuela comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, donde ambas naciones se enfrentan a delitos como narcotráfico, trafico de armas, contrabando de combustibles y vehículos.