El tiempo se agota para el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, precisó la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ante la convocatoria de una manifestación nacional para hoy cuya consigna es apelar a la destitución del presidente.
La jefa de la diplomacia condenó los nuevos actos de violencia en Alep, la segunda ciudad de Siria, y denunció "la incoherencia" del gobierno, que autorizó una reunión de la oposición antes de lanzar nuevas acciones represivas.
"No parece que haya un mensaje coherente y consecuente desde Siria. Permitir una reunión de la oposición en Damasco no es suficiente", dijo Clinton desde Lituana, donde se encuentra de visita.
"Me siento herida por las recientes informaciones de que continuaron los actos de violencia en la frontera y en Alep, donde manifestantes fueron golpeados, atacados con cuchillo por grupos organizados por el Gobierno, y por las fuerzas de seguridad", declaró. "Es absolutamente claro que al gobierno sirio le queda poco tiempo. No hay dudas al respecto", añadió.
La secretaria de Estado afirmó que a menos que las autoridades sirias permitan un "proceso político serio (...), la resistencia organizada aumentará".
Activistas de derechos humanos, dijeron que un día antes las tropas sirias, apoyadas por tanques y helicópteros, consolidaron su control sobre varias aldeas en la provincia de Idlib.
El gobierno también pudo evitar que los residentes de cruzar a Turquía, donde más de 12.000 sirios han huido para refugiarse de la violencia en su tierra natal. Grupos de derechos humanos dicen que más de 1.400 personas han muerto consecuencia de la violencia, la mayoría de ellos eran manifestantes desarmados.
