El depuesto presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya se reunió con la secretaria de Estado Hillary Clinton, aquí en Washington, en la continuación de su búsqueda por obtener respaldo internacional para su reinstalación en el cargo.
El encuentro es el contacto de más alto nivel de Zelaya con la Administración Obama desde que fue expulsado por la fuerza de su país en un golpe militar que se llevó a cabo el 28 de junio. A la reunión con Clinton no se permitió cobertura a los medios de prensa.
Al finalizar el encuentro Zelaya que había “aceptado la propuesta de mediación del presidente Arias” y anunció que el miércoles partiría a San José para su primera reunión con Arias.
La secretaria de Estado aseguró que todas las partes han concordado en que el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, sea el mediador internacional en la crisis política de Honduras.
Clinton, tras reunirse con el mandatario derrocado, dijo que tanto Zelaya como Micheletti, quien asumió como presidente de facto, aceptaron al mediador. Añadió que Arias se ocupará del problema desde Costa Rica.
El depuesto presidente se mostró muy positivo al afirmar que “sigue habiendo un apoyo muy claro de la comunidad internacional y de los pueblos de América a la democracia en Honduras”.
Mientras tanto, en Honduras, el portavoz de la máxima corte del país, Danilo Izaguirre, habló de la posibilidad de otorgar una amnistía a Zelaya una vez que haya un acuerdo político en torno a la crisis.
Durante un discurso en Moscú, el martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo abiertamente que apoya a Zelaya Rosales, a pesar de de la firme oposición del líder hondureño a ciertas políticas estadounidenses.
“América apoya la restauración del presidente demócráticamente electo de Honduras, a pesar de que se ha opuesto fuertemente a las políticas americanas”, dijo Obama en un discurso en Rusia.
El gobierno de Washington congeló los fondos de ayuda a Honduras, y podría cortar toda la asistencia, si el Departamento de Estado clasifica oficialmente la destitución y expatriación de Zelaya Rosales como un golpe de estado militar. La ayuda de Estados Unidos a Honduras ha sido de aproximadamente 50 millones de dólares anuales.