Estados Unidos y Noruega trabajan en pro de mejorar la salud materna e infantil en África. Así lo confirmó la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, quien visita Oslo, la capital noruega, y allí prometió una partida de $75 millones de dólares en ayuda de Estados Unidos.
Clinton pronunció el discurso de apertura de una conferencia de salud mundial auspiciada por el gobierno noruego, diciendo entre otras cosas que la iniciativa “Salvar Madres y Dar Vida” puede reducir la mortalidad materna en momentos en que la Organización Mundial de la Salud ha informado que unas 800 mujeres mueren diariamente al dar a luz.
“Recuerdo el día en que tuve a mi hija y lo afortunada que fui. Sin embargo, sobrevivir a un parto o criarse con salud no debería ser asunto de suerte, o dónde uno vive, o cuánto dinero uno tiene. Debe ser un hecho para todas las mujeres en todas partes”, señaló la jefa de la diplomacia estadounidense.
La secretaria Clinton agregó que los sistemas de salud no pueden ser impuestos desde el exterior, sino que cada país debe tener su propio acercamiento de acuerdo a sus necesidades y prioridades individuales.
No obstante, destacó que hay ciertos fundamentos universales, entre ellos, que los gobiernos aumenten sus presupuestos, que los donantes observen transparencia y que los legisladores eliminen las barreras para mejorar los cuidados de salud.
Clinton pronunció el discurso de apertura de una conferencia de salud mundial auspiciada por el gobierno noruego, diciendo entre otras cosas que la iniciativa “Salvar Madres y Dar Vida” puede reducir la mortalidad materna en momentos en que la Organización Mundial de la Salud ha informado que unas 800 mujeres mueren diariamente al dar a luz.
“Recuerdo el día en que tuve a mi hija y lo afortunada que fui. Sin embargo, sobrevivir a un parto o criarse con salud no debería ser asunto de suerte, o dónde uno vive, o cuánto dinero uno tiene. Debe ser un hecho para todas las mujeres en todas partes”, señaló la jefa de la diplomacia estadounidense.
La secretaria Clinton agregó que los sistemas de salud no pueden ser impuestos desde el exterior, sino que cada país debe tener su propio acercamiento de acuerdo a sus necesidades y prioridades individuales.
No obstante, destacó que hay ciertos fundamentos universales, entre ellos, que los gobiernos aumenten sus presupuestos, que los donantes observen transparencia y que los legisladores eliminen las barreras para mejorar los cuidados de salud.