Científicos del Centro de Investigación Técnica de Finlandia (VTT) creen que han logrado un importante avance.
Ellos han desarrollado tecnología patentada para ayudar al organismo a desarrollar resistencia a los alérgenos, la proteína que causa alergias.
Mediante el uso de tecnología genética cambiaron la estructura de más de 20 alérgenos de manera que puedan causar menos síntomas severos.
El equipo ha puesto en marcha la firma comercial Desentum Oy, con el fin de desarrollar una serie de vacunas.
“Podemos prevenir la formación de complejos de alérgenos IgE y después introducir una reacción IgG dentro de la célula y en toda la reacción IgG usted crea su propio sistema inmunológico que lucha contra los alérgenos”, dijo su director ejecutivo Pekka Mattila.
Las vacunas siguen la investigación innovadora de académicos, incluyendo a la profesora del Centro de Investigación Técnica de Finlandia, Cristina Takkinen.
“Hasta el momento, los resultados que hemos obtenido para confirmar nuestra predicción son prometedores. Pero, aun necesitamos más, vamos a tener que producir más candidatos hipo-alérgenos y examinar cómo funcionan en pacientes con muestras más grandes”, explicó Takkinen.
Los hipo alérgenos en desarrollo combatirían los principales alérgenos como el abedul, la grama, polen de ambrosía, proteínas de alimentos y alérgenos de mascotas.
Este último es una preocupación para la familia Partio de Helsinki, que tiene un perro, un gato y un conejo.
Las hijas Julia y Jemima están deseosas de tener amigas que las visten, pero su madre Tina dice que eso puede ser problemático.
“Es muy triste de que los amigos de nuestras hijas no puedan visitarnos porque son alérgicas y no podrían quedarse con nosotros a pernoctar. Sería muy bonito tener. Por ejemplo, algún tipo de vacuna que ayude en estas situaciones”, dijo Partio.
Las alergias al polen común o animales causan sufrimiento a los que las padecen, con síntomas como picazón en los ojos, congestión nasal, estornudos constantes y erupciones.
La primera vacuna oral en tableta será sometida a pruebas dentro de pocos meses, pero se necesitarán por lo menos cinco años de investigación, pruebas y la concesión de licencias antes de que el producto esté disponible para el público.
Ellos han desarrollado tecnología patentada para ayudar al organismo a desarrollar resistencia a los alérgenos, la proteína que causa alergias.
Mediante el uso de tecnología genética cambiaron la estructura de más de 20 alérgenos de manera que puedan causar menos síntomas severos.
El equipo ha puesto en marcha la firma comercial Desentum Oy, con el fin de desarrollar una serie de vacunas.
“Podemos prevenir la formación de complejos de alérgenos IgE y después introducir una reacción IgG dentro de la célula y en toda la reacción IgG usted crea su propio sistema inmunológico que lucha contra los alérgenos”, dijo su director ejecutivo Pekka Mattila.
Las vacunas siguen la investigación innovadora de académicos, incluyendo a la profesora del Centro de Investigación Técnica de Finlandia, Cristina Takkinen.
“Hasta el momento, los resultados que hemos obtenido para confirmar nuestra predicción son prometedores. Pero, aun necesitamos más, vamos a tener que producir más candidatos hipo-alérgenos y examinar cómo funcionan en pacientes con muestras más grandes”, explicó Takkinen.
Los hipo alérgenos en desarrollo combatirían los principales alérgenos como el abedul, la grama, polen de ambrosía, proteínas de alimentos y alérgenos de mascotas.
Este último es una preocupación para la familia Partio de Helsinki, que tiene un perro, un gato y un conejo.
Las hijas Julia y Jemima están deseosas de tener amigas que las visten, pero su madre Tina dice que eso puede ser problemático.
“Es muy triste de que los amigos de nuestras hijas no puedan visitarnos porque son alérgicas y no podrían quedarse con nosotros a pernoctar. Sería muy bonito tener. Por ejemplo, algún tipo de vacuna que ayude en estas situaciones”, dijo Partio.
Las alergias al polen común o animales causan sufrimiento a los que las padecen, con síntomas como picazón en los ojos, congestión nasal, estornudos constantes y erupciones.
La primera vacuna oral en tableta será sometida a pruebas dentro de pocos meses, pero se necesitarán por lo menos cinco años de investigación, pruebas y la concesión de licencias antes de que el producto esté disponible para el público.
