A pesar de lo que muchos creen, las ciudades estadounidenses son mucho menos violentas que hace apenas dos años.
La violencia ha disminuido en decenas de ciudades después de un repunte de los tiroteos, los asesinatos y los robos desatado por la pandemia del COVID-19 en 2020 y 2021.
En Nueva York, por ejemplo, la mayor ciudad del país y una especie de indicador de las tendencias delictivas en otros grandes centros urbanos, donde se registró un sorprendente aumento del 50 % de los homicidios en 2020 y 2021, cayó en el último año en un 11% a 433 y este año bajó otro 7 % a 113, según datos de la policía.
Aunque la tasa de asesinatos en la ciudad sigue por encima del nivel ante de la pandemia, es mucho menor que a principios de los 1990, cuando registró más de 2.200 víctimas, dice David Kennedy, un experto en criminología del John Jay College of Criminal Justice en Nueva York.
“La percepción popular de que la ciudad de Nueva York es muy peligrosa no es correcto”, dijo Kennedy en una entrevista. “Es mucho más segura que muchos, muchos, muchos otros lugares en Estados Unidos”.
Sin embargo, el público no lleva la cuenta “de lo que sucedió hace 25 o 30 años”, señaló Eddie García, jefe de la policía de Dallas y presidente de la Asociación de Jefes (de policía) de las Grandes Ciudades.
“Les interesa en lo que estamos hoy, y realmente la violencia ha estado aumentando desde hace tres a cinco años”, dijo.
En ese contexto, legisladores republicanos de la Cámara de Representantes viajaron a Nueva York el lunes para una audiencia sobre “el crimen violento y la anarquía en la ciudad”.
El presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, Jim Jordan, acusó al fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, de ser indulgente con los criminales, citando datos de 2022 que relejan un aumento de los asaltos, los robos y otros delitos.
“Imaginen que si se deja a los criminales en las calles el resultado es más delitos”, dijo Jordan, pero no mencionó los homicidios, que disminuyeron en el último año en Nueva York y ahora es una de las grandes ciudades más seguras del país.
“Es un hecho que la ciudad de Nueva York es drásticamente más segura de lo que fue”, dijo Kennedy.
La disminución de los homicidios en Nueva York es una tendencia nacional. La firma consultora AH Datalytics reporta una caída de casi el 10 % de los homicidios en más de 70 ciudades este año.
La lista incluye a ciudades que han sufrido una ola de crímenes violentos en los últimos años, como Baltimore, Houston, Los Ángeles y Filadelfia.
Incluso Chicago, la “capital del asesinato” en EEUU el año pasado, redujo los homicidios en un 17 % hasta el 9 de abril.
En otras ciudades, sin embargo, no ha sido así. Los homicidios aumentaron en 25 ciudades como Washington, Dallas y Kansas City, según AH Datalytics.
García admitió que el crimen con armas de fuego sigue siendo un desafío en su ciudad, Dallas, donde los homicidios se han incrementado en un 20 % este año después de disminuir en 2022.
Pero las agresiones con agravantes con armas de fuego, un mejor indicador de los crímenes violentos, se han reducido en Dallas, dijo García.
“Aunque cada vida que se pierde es mucho … me preocuparía que las agresiones con agravantes con armas de fuego estuvieran en alza”, explicó el jefe policial en una entrevista con la Voz de América.
Con García, Dallas ha lanzado un plan contra el crimen enfocado en reducir los incidentes violentos, y está dando resultados.
“Hemos tenido la menor cantidad de incidentes violentos en la ciudad de Dallas en cinco años”, dijo García.
Por qué el crimen disminuye en una ciudad y no en otra es algo difícil de explicar con precisión, pero en general, la mayoría de las ciudades siguen una tendencia nacional, según Richard Rosenfeld, un profesor emérito de criminología en la Universidad de Missouri.
Algunos expertos confían en que las ciudades estadounidenses hayan regresado a la tendencia de disminución del crimen de las últimas décadas, pero Rosenfeld advierte que aún muchas ciudades tienen tasas de homicidio mayores que antes de la pandemia.
La pandemia alteró las condiciones en todos los sectores de la sociedad y el regreso a las condiciones anteriores ha tomado más tiempo, dijo Rosenfeld.
Entre otras cosas, la pandemia desató una ola de desempleo y una inflación récord que trastornó la sociedad. “Presumiendo que esas condiciones continúen … mejorando, no debemos ver grandes repuntes y homicidios en el futuro inmediato”, agregó Rosenfeld.
Sin embargo, el crimen azota los vecindarios pobres y de mayoría negra, e incluso si las tasas generales de crímenes violentos disminuyen, eso no significa nada para las personas más vulnerables: los jóvenes negros.
“Y el foco debe de estar en esa realidad y no en pronosticar lo que sucederá en los próximos seis meses”, dijo Kennedy.
Los republicanos que se reunieron en Manhattan el lunes criticaron al fiscal de la ciudad por mimar a los criminales en lugar de proteger a las víctimas.
García cree también en que la “falta de exigir responsabilidades ha jugado un papel en la violencia”.
“Puedo decirles que ha habido decisiones irresponsables de jueces que han permitido el regreso a las calles de individuos que admitieron un crimen con arma de fuego”, dijo García.
Agregó que “no se puede decir que hay seriedad con el crimen con armas de fuego en este país cuando hombres y mujeres que han sacrificado sus vidas para sacar a los elementos criminales de las calles … ven que esos individuos regresan a las calles en cuestión de días o semanas”.
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