Para asombro de los rebeldes libios y del mundo, la ciudad subterránea del complejo presidencial de Bab al-Aziziya no era una suposición: existe y ahora los insurgentes se dedican a recorrer sus laberínticos túneles tras tomar el cuartel general.
Hay escombros, comidas, ropas, dormitorios, máscaras antigás e incluso carritos de golf, según la agencia de noticias AFP.
Los insurgentes libios recorren con cuidado los cuarteles puesto a que la electricidad está cortada, y quién sabe qué tipo de sorpresas podrían llegar a encontrar en la ciudad subterránea.
Trípoli, en tanto, parece una ciudad fantasma donde faltan abastecimientos, seguridad y más importante, alguien en el poder que se haga cargo de la situación.
El titular de Justicia del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mohamed Alagy, dijo a la prensa que designarán un gobierno provisional tras completar el traslado de la CNT de Bengasi a Trípoli. Estiman que eso llevará 30 días.
"Gadafi no es lo primero, lo importante es la seguridad del país", aseguró, pero dijo que cuando lo encuentren será juzgado por la Corte Penal Internacional.
Mientras Libia debate su futuro aún incierto, los rebeldes encuentran extraños rastros dejados por Moammar Gadhafi en su palacio. Uno de ellos es un álbum de fotos de la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice.
Así es. Al parecer el ex líder libio, que había expresado en otras oportunidades su pasión por Rice, estaba realmente obsesionado con ella. Algunas de las fotografías de Rice son en primer plano y la muestran en actos públicos.
"Creo que no necesito verlas para definir como estrambótico y repulsivo el comportamiento de Gadafi", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, al ser consultada por periodistas si había visto las fotografías.