El stent de corazón, o endoprótesis vascular, se utiliza para abrir las arterias bloqueadas y restaurar el flujo sanguíneo. También pueden ayudar a asistir a las arterias débiles y mantenerlas abiertas. Los stents se implantan durante un procedimiento común que se llama angioplastia.
Durante esta cirugía, el médico inserta un tubo delgado y globo flexible o dispositivo en el extremo de la arteria que esta estrecha o bloqueada.
Después de la colocación de estos dispositivos, los pacientes inician un tratamiento con una medicina que diluye la sangre para prevenir loa coágulos en el stent. Sin embargo, cuando los pacientes que toman estos medicamentos deben someterse a otro procedimiento en el corazón, surge un dilema.
“Una vez se ha puesto el stent en un arteria cardiaca, si hay un coágulo en el dispositivo, el riesgo de provocar un ataque al corazón es muy alto”, explica el cardiólogo Eric Topol.
Si estos pacientes nunca necesitan una nueva cirugía, enfrentan un dilema. Se debe dejar de tomar la medicación anticoagulantes varios días antes de la cirugía para evitar morir por sangrado en la sala de operaciones.
Topol es el director del Instituto Ciencias Scripps y coautor de un estudio con 200 pacientes que tenían endoprótesis vasculares del corazón y que necesitaban una cirugía a corazón abierto. La mitad del grupo recibió un placebo, y la otra mitad recibió un medicamento llamado cangrelor, el cual es suministrado vía intravenosa.
El anticoagulante cangrelor tiene la propiedad de perder el efecto a las pocas horas, por lo que puede ser interrumpido justo antes de la cirugía.
“Los resultados fueron bastante sorprendentes en términos de ser capaz de inhibir la coagulación. Pudimos realizar la cirugía virtualmente con todos los pacientes”, indicó Topol.
No solo los pacientes podrían entrar a la sala de cirugía más rápido, sino que además ellos no tendrían problemas de sangrado.
El informe sobre el éxito de esta prueba con cangrelor se encuentra en la publicación Journal of the American Medicine Associacion.