La campaña electoral en Ecuador llegó a su fin el jueves con grandes concentraciones y discursos de los candidatos que aspiran a ser elegidos el domingo para un mandato de cuatro años. Los dos favoritos de un total de 16 postulantes cerraron su promoción electoral en la ciudad costera de Guayaquil y en la capital, Quito.
En estos comicios, el presidente Daniel Noboa intentará reelegirse en un país que ha estado marcado por la inseguridad en los últimos años, mientras su principal rival, la opositora de izquierda, Luisa González, intentará alcanzar la Presidencia y devolver el poder a la organización política liderada por el expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Ambos se presentan como los favoritos y en conjunto acaparan más del 70% de la intención de voto, de acuerdo con encuentas recientes.
En medio de vítores, arengas y consignas de cambio, González se dirigió a varios miles de sus seguidores concentrados en un popular malecón de Guayaquil.
Resguardada por militares y agentes de seguridad, la candidata dijo desde la tarima que buscará “cambiar la oscura realidad de la patria”, donde “nadie se siente seguro”.
“Vamos a cambiar la violencia por la paz”, reiteró y responsabilizó a Noboa de no haber cumplido sus promesas de campaña en 2023, al haber incrementado los impuestos, subido el precio de la gasolina y no haber evitado la crisis eléctrica y los prolongados apagones.
En tanto, el presidente Noboa llegó en la noche a una plaza en la capital donde aseguró ante miles de seguidores que empieza “un nuevo ciclo para el Ecuador, un país en el que exista orden, en el que exista dignidad, en el que existan oportunidades para los jóvenes”, además de seguridad y empleo, mencionó.
“Ecuador ya cambió y quiere seguir cambiando, quiere consolidar el triunfo”, afirmó el mandatario al tiempo que llamó a votar por la lista de asambleístas de su tienda política, porque “este trabajo no se hace solo, este trabajo se hace con una Asamblea”.
Más temprano, Noboa participó en una caravana que recorrió por varias zonas de Guayaquil
Los otros candidatos, con pocas probabilidades de ganar según las encuestas, concluyeron con recorridos y actos en el sur de la capital, como el aspirante indígena, Leónidas Iza, mientras Andrea González optó por un cierre de campaña virtual, respondiendo preguntas en una transmisión en vivo por redes sociales, desde Guayaquil.
La jornada del jueves inició temprano con la votación anticipada de poco más de 1.400 presos sin sentencia de un total de 6.218 habilitados, para quienes el Consejo Nacional Electoral instaló 62 centros de votación integrados por funcionarios de ese organismo y un recluso, en 42 prisiones de 20 provincias. La presidenta del organismo dijo que todo se realizó bajo custodia militar y policial.
Durante la votación no estuvieron permitidas visitas a los presos y tampoco el acceso a la prensa. Las cárceles del país han sido en los últimos años escenario de violentos y mortales motines, que dejaron en los últimos años cerca de 600 convictos muertos.
Durante esta jornada también sufragaron 662 personas con discapacidad mayor al 75%, a cuyos domicilios llegarán los delegados del Consejo Electoral.
Observadores internacionales de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y la Unión Interamericana de Organismos Electorales, entre otros vigilaron esta fase inicial de votación. Al cierre de las urnas, los votos serán sellados y guardados hasta el final de la tarde del domingo, cuando inicie el proceso general de conteo de sufragios.
Desde la medianoche del jueves se ha dispuesto por ley un silencio electoral que se prolongará hasta después de las votaciones.
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