Cuando se trata de divertirse con ciencias, Lisa Purcell es una profesional. Imitar a un búho o cómo se alimenta una ardilla puede ser la actividad de todo un día de trabajo para la directora del Instituto de Naturaleza Cuatro Vientos.
El día de nuestra visita, Purcell estaba entrenando a los voluntarios de tres pueblos en Vermont, Shrewsbury, Chittenden y Mendon, quienes impartirán talleres sobre búhos en las escuelas primarias.
Purcell y sus colegas fundaron el instituto en 2006 y fue diseñado a partir de un programa creado en 1970 por el Instituto de Ciencias de Vermont, VINS.
El Instituto de Naturaleza Cuatro Vientos basa su trabajo en proyectos de educación comunitarios y esto es especialmente crítico en momentos donde los profesores estadounidenses están bajo mucha presión por estandarizar las prácticas educativas.
Los maestros de ciencias frecuentemente indican que los ejercicios presenciales pueden lograr avances y cambios a corto plazo.
Esto es precisamente lo que los representantes del instituto se dedican a hacer, actualmente tienen 1.500 voluntarios trabajando en cuatro estados.
“Nosotros visitamos las quebradas que están cerca a la escuela. Los niños siempre terminan mojados, pero lo importante es ver cómo sus ojos saltan cuando dan le dan una vuelta a una roca y encuentran crustáceos o pequeñas criaturas bajo las rocas”, dice Connie Youngstrom, una de las voluntarias en Shrewsbury.
El currículo del programa está diseñado para trabajar en los estándares de ciencias del estado de Vermont y el instituto cobra a las escuelas $3.200 dólares para participar. Esto paga por las ocho clases que reciben los voluntarios y los materiales educativos.
