Una nueva plaga de chinches de cama en Estados Unidos hizo que los residentes de casas y apartamentos tomen medidas desesperadas como rociar pesticidas peligrosos.
El problema es de tal magnitud que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) advirtió sobre el peligro de utilizar, en interiores, sustancias químicas creadas para su uso al aire libre.
La agencia también advirtió del aumento en la cantidad de compañías de control de plagas y de otras que hacen "promesas de efectividad y bajo costo carentes de realismo".
Ahora algunas personas han comenzado a experimentar con sustancias químicas más peligrosas que pueden dañar el sistema nervioso central, irritar la piel y los ojos, o incluso causar cáncer.
Por su parte las autoridades de Ohio, luchan contra la proliferación de esta plaga en Cincinnati, Columbus, Dayton y otras ciudades, utilizando el pesticida propoxur.
La EPA dijo que el pesticida propoxur es un posible agente cancerígeno y que su uso estuvo prohibido en los hogares desde 2007.
Entre tanto, unos 25 estados realizaron una solicitud hacer una excepción de emergencia, sin embrago, la EPA rechazó la solicitud para la aprobación temporal del propoxur y se comprometió a encontrar otras sustancias químicas para eliminar los chinches.
Los chinches son una plaga domestica que se alimentan de la sangre.
Esta plaga, prácticamente desapareció en la década de 1940 y 1950 por el uso generalizado del pesticida DDT, que fue prohibido en 1972 por ser altamente tóxico para la fauna silvestre.
Desde entonces estos insectos se han hecho resistentes a las sustancias químicas que lo reemplazaron.