Las autoridades del Partido Comunista de China (PCCH ) advirtieron este martes a periodistas en la ciudad de Cantón que el gobierno retiene el “control absoluto” sobre los medios de prensa y les prohibieron mantener las protestas que llevan a cabo desde hace días a favor de la libertad de expresión, las primeras en décadas.
El conflicto se desencadenó la semana pasada después de que trabajadores del semanario Nanfang Zhoumo (Southern Weekly) denunciaron que un editorial de la publicación a favor de reformas políticas había sido censurado y reemplazado por otro que elogiaba al PCCH.
Los periodistas culparon al jefe de propaganda provincial del partido, Tuo Zhen, pidieron que lo destituyeran, se declararon en huelga y cientos de personas, mayormente jóvenes, se manifestaron la víspera en apoyo al paro frente a la sede del semanario con carteles que rezaban que el pueblo chino quiere libertad.
En respuesta a las protestas, un comunicado difundido por el departamento de propaganda del PCCH subrayó que el control del gobierno sobre los medios de prensa es “inquebrantable”, que el funcionario Tou Zhen no tiene nada que ver con el editorial y que el incidente ha sido resultado de la interferencia en el país de “fuerzas extranjeras hostiles”.
El documento les prohíbe a periodistas y editores apoyar los reclamos del Southern Weekly e instruye a todos los medios de prensa chinos que puebliquen un editorial que el lunes vio la luz en el periódico Global Times, vinculado al PCCH, en el que se da por sentado que en China no existen condiciones para una prensa libre.
“La reforma de los medios de comunicación en China irá conjuntamente al desarrollo del país. Es sólo una parte de las grandes reformas, pero nunca se convertirá en un área especial de la política china”, dice el editorial, que también acusa a algunos de haberse hecho pasar en las redes sociales por periodistas del semanario para “difundir información falsa y dividir al país”.
El conflicto se desencadenó la semana pasada después de que trabajadores del semanario Nanfang Zhoumo (Southern Weekly) denunciaron que un editorial de la publicación a favor de reformas políticas había sido censurado y reemplazado por otro que elogiaba al PCCH.
Los periodistas culparon al jefe de propaganda provincial del partido, Tuo Zhen, pidieron que lo destituyeran, se declararon en huelga y cientos de personas, mayormente jóvenes, se manifestaron la víspera en apoyo al paro frente a la sede del semanario con carteles que rezaban que el pueblo chino quiere libertad.
En respuesta a las protestas, un comunicado difundido por el departamento de propaganda del PCCH subrayó que el control del gobierno sobre los medios de prensa es “inquebrantable”, que el funcionario Tou Zhen no tiene nada que ver con el editorial y que el incidente ha sido resultado de la interferencia en el país de “fuerzas extranjeras hostiles”.
El documento les prohíbe a periodistas y editores apoyar los reclamos del Southern Weekly e instruye a todos los medios de prensa chinos que puebliquen un editorial que el lunes vio la luz en el periódico Global Times, vinculado al PCCH, en el que se da por sentado que en China no existen condiciones para una prensa libre.
“La reforma de los medios de comunicación en China irá conjuntamente al desarrollo del país. Es sólo una parte de las grandes reformas, pero nunca se convertirá en un área especial de la política china”, dice el editorial, que también acusa a algunos de haberse hecho pasar en las redes sociales por periodistas del semanario para “difundir información falsa y dividir al país”.