China dijo el martes que tomará “contramedidas” ante la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de subir los aranceles a 200.000 millones de importaciones chinas. Un grupo empresarial estadounidense advirtió de que la “espiral descendente” en su batalla comercial parece materializarse.
El Ministerio de Comercio no ofreció más detalles sobre la respuesta de China al alza de impuestos decretada por Estados Unidos en su batalla por la política tecnológica de Beijing. China ya había publicado antes una lista de productos estadounidenses valorados en 60.000 millones de dólares sobre los que tomar represalias.
El gobierno de Trump anunció que los nuevos aranceles sobre 5.000 productos de fabricación china empezarán en el 10% a partir del lunes y subirán al 25% el 1 de enero.
“Lamentamos esto profundamente”, dijo el Ministerio de Comercio en un comunicado. “China adoptará contramedidas para proteger sus derechos e intereses legítimos y el orden de libre comercio global”.
Los dos gobiernos ya decretaron aranceles del 25% sobre 50.000 millones de dólares en bienes mutuos.
Estados Unidos señaló los productos chinos que, según dijo, se beneficiaron de políticas industriales impropias. Las sanciones de Beijing afectaron a la soja y a otros productos de los estados agrícolas que votaron a Trump en 2016.
Si Beijing responde, el dirigente estadounidense amenazó el lunes con agregar otros productos chinos por valor de 267.000 millones de dólares a la lista de bienes sancionables. La medida elevaría el total a 517.000 millones de dólares, que abarcaría casi todos los productos que China vende a Estados Unidos.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos en China advirtió que Washington está subestimando la determinación del gigante asiático para defenderse.
“La espiral descendente sobre la que advertimos en el pasado ahora parece que se materializará”, dijo el presidente del organismo, William Zarit, en un comunicado.
“En contra de la visión de Washington, China puede _ y lo hará _ meterse en la contienda y no somos optimistas sobre las perspectivas de una resolución en el corto plazo”, agregó Zarit. “Nadie saldrá victorioso de este círculo contraproducente”.
La Cámara pidió a ambos gobiernos “negociaciones orientadas a resultados”.