En los siglos XIX y XX, los combustibles fósiles impulsaron la economía mundial y la política global. La ubicación de los depósitos de carbón, los yacimientos de petróleo y las reservas de gas natural determinaron las economías, crearon alianzas y desencadenaron guerras.
El siglo XXI estará marcado por otros recursos naturales. Muchos ven que una superpotencia en ascenso está avanzando rápidamente para dominar el mercado mundial.
China construyó su enorme economía gracias a su rol de proveedor de mano de obra barata y de manufacturas para el Occidente industrializado. En los últimos años, ha tratado de asegurarse un suministro constante de minerales utilizados para componentes electrónicos en todo tipo de productos, desde equipos militares y de comunicaciones hasta la creación y almacenamiento de energía renovable.
La República Democrática del Congo, por ejemplo, posee la mitad de las reservas mundiales de cobalto y es responsable de más del 60% de su producción. Este metal plateado se utiliza para fabricar las baterías de iones de litio que se encuentran tanto en los dispositivos portátiles como en los vehículos eléctricos, así como en las aleaciones que se emplean en las turbinas y los motores a reacción.
Durante las dos últimas décadas, China ha realizado grandes inversiones en la República Democrática del Congo, construyendo infraestructuras críticas a cambio de derechos mineros. China ahora posee acciones en 10 de las 18 minas del país, que representan más de la mitad de su producción total de cobalto.
El litio es otro recurso fundamental, con más de tres cuartas partes de las reservas mundiales encontrándose en sólo tres países sudamericanos en lo que se conoce como el Triángulo del Litio. Con el apoyo de los bancos estatales, las empresas chinas han ganado el control de dos tercios de la producción actual de litio de Chile, han adquirido acciones en el 41% de la producción prevista en Argentina y han cerrado un acuerdo de 2.300 millones de dólares para desarrollar las enormes reservas aún por explotar en Bolivia.
Otra oportunidad se ha abierto con la retirada de Estados Unidos de Afganistán, que cuenta con impresionantes reservas no sólo de litio, sino de otros recursos importantes como oro, cobre y hierro. Estos acuerdos no se limitan a las naciones en desarrollo. En Australia, que representa más de la mitad de la producción mundial de litio, la mayoría de los proyectos mineros en curso han hecho acuerdos con empresas chinas.
La propia China alberga reservas significativas de otros minerales importantes, como el vanadio, un metal de transición utilizado en baterías, electroimanes y aleaciones de alta resistencia para aviones. También es el mayor productor de grafito, cuya ligereza y alta conductividad lo convierte en un importante componente de electrodos y paneles solares, así como de muchas otras aplicaciones industriales. Y lo que es más importante, China tiene las mayores reservas del mundo de elementos de tierras raras. Estos metales, como el escandio y el itrio, muy apreciados por sus propiedades conductoras, luminiscentes y magnéticas, se utilizan para fabricar pantallas e imanes en dispositivos electrónicos, catalizar el refinado del petróleo e incluso enriquecer los fertilizantes agrícolas.
China ha triunfado en los principales mercados de minerales gracias a su modelo económico impulsado por el Estado, que utiliza el poder estatal para dar ventajas competitivas a las empresas chinas. Los bancos chinos prestan dinero a países extranjeros para financiar proyectos de desarrollo que a menudo se adjudican a empresas chinas. Esto forma parte de la estrategia de Pekín de utilizar el desarrollo extranjero para alcanzar sus objetivos económicos de alto crecimiento y mejorar el nivel de vida material.
China también tiene costos laborales más bajos y regulaciones medioambientales más laxas, lo que permite a sus empresas emprender proyectos que no serían viables para otros países. Pekín también ha tendido la mano a los gobiernos autoritarios ofreciéndoles alternativas a la financiación respaldada por Occidente, la cual requiere una mayor supervisión externa.
Estas son algunas de las prácticas económicas que Estados Unidos califica de "abusivas, injustas e ilegales".
El enviado presidencial de Estados Unidos para el clima dice que China está "acaparando el mercado" del suministro mundial de minerales.
En 2010, China recortó drásticamente las exportaciones de tierras extrañas, haciendo que los precios se dispararan. Ese mismo año, las exportaciones a Japón se detuvieron por completo en medio de una disputa territorial. Y mientras que otros países se han movilizado para diversificar sus fuentes de elementos de tierras extrañas, China sigue manteniendo casi que un monopolio en su refinado y procesamiento.
Un informe de la Administración Biden afirma que muchas de las medidas agresivas de China están "muy lejos de las prácticas comerciales justas aceptadas a nivel mundial".
En general, un análisis de la Voz de América muestra que China tiene ahora la posición dominante en el suministro de 21 de los 35 llamados "minerales críticos" que Estados Unidos considera cruciales para su economía.
La forma en que Washington, Pekín y otros gobiernos manejen estos recursos naturales que impulsarán la energía y la tecnología en el futuro, podría tener una influencia tan grande sobre los conflictos y las alianzas en el próximo siglo como la que tuvieron los combustibles fósiles en el siglo anterior.
Artista gráfico: Oleksandr Danylenko
Guion: Alex Gendler
Productor: Yass Monem
Adaptación: Stephanie Martinez