El embajador de Estados Unidos ante China, Nicholas Burns, presentó esta semana sus credenciales al presidente Xi Jinping, más de un año después de llegar a Beijing.
Aunque el Departamento de Estado restó importancia a lo que implica el retraso, algunos analistas señalaron que releja la “naturaleza congelada” actual de los lazos diplomáticos entre EEUU y China.
En un tuit el martes, Burns dijo: “Presenté mis credenciales al presidente Xi Jinping en el Gran Pabellón del Pueblo. Es un honor representar a Estados Unidos como embajador ante la República Popular de China”.
Burns llegó a China en marzo de 2022 y formó parte el lunes de un grupo de 70 embajadores que presentaron sus credenciales a Xi.
Durante la ceremonia, Xi expresó que el gobierno chino ofrecerá “apoyo y facilidades para que los embajadores desempeñen su trabajo” y dijo que China está dispuesta a “expandir una cooperación mutuamente beneficiosa” con las personas de otros países sobre una base de “igualdad”.
A una pregunta sobre el retraso, el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel dijo a la Voz de América que “esa es una pregunta para” la Cancillería china. “Deberían explicar cuál es su programa para que los diplomáticos presenten sus credenciales”.
Acerca de si es una medida de represalia del gobierno de Beijing en medio de las tirantes relaciones con Washington, Patel dijo: "No lo creo … no voy a hacer conjeturas”.
La presentación de las credenciales regularmente se prepara a la llegada de un nuevo diplomático, dice el Manual de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado.
Para Dennis Wilder, un profesor asistente de estudios asiáticos de la Universidad de Georgetown, “no hay dudas de que Beijing estuvo enviando un mensaje”.
Burns fue recibido junto a otros 69 diplomáticos, lo que refleja que China no considera al emisario de EEUU como algo especial, explicó.
"Beijing probablemente tratará de excusarse por el retraso de la ceremonia aludiendo a que la política de cero COVID complicó la presentación, pero ningún otro embajador estadounidense ha sido tratado como un miembro más del cuerpo diplomático”, dijo Wilder.
El 12 de julio de 2017, Xi aceptó las credenciales del entonces embajador de EEUU Terry Branstad dos semanas después de su llegada a Beijing. La ceremonia fue personal, ya que Xi y Branstad se habían conocido en 1985 cuando el presidente chino era un joven funcionario de agricultura de visita en Iowa. Branstad era entonces el gobernador de Iowa.
De acuerdo con la Convención de Viena para Relaciones Diplomáticas, los embajadores asumen oficialmente sus funciones cuando se aceptan sus credenciales.
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