El tribunal Constitucional de Chile aprobó por mayoría este lunes, una reforma impulsada por la presidenta Michelle Bachelet y previamente ratificada en el Congreso, por la cual se autoriza un aborto en tres casos: cuando peligra la vida de la madre, cuando el feto es inviable y cuando una mujer queda embarazada tras una violación.
“Hoy han ganado las mujeres, ha ganado la democracia, ha ganado todo Chile”, dijo la mandataria, quien ha dicho que promulgará las modificaciones a la ley próximamente sin precisar una fecha. “Despenalizar da una base de protección y dignidad”, agregó y puntualizó que “ha ganado la tolerancia y la humanización”.
La iniciativa impulsada por el oficialismo y los sectores de izquierda obtuvo el apoyo de seis de los diez miembros del Tribunal.
Chile es un país mayoritariamente conservador. En América Latina, sólo esta nación prohíbe el aborto junto a El Salvador y Nicaragua. Chile aprobó el divorcio hasta 2004 y la unión legal entre parejas del mismo sexo en 2015.
Tras darse a conocer la noticia, decenas de personas que apoyan esta ley se desplazaron hacia el principal paseo peatonal de Santiago al grito de “¡Chile ganó, Chile ganó!“.
Sin embargo, otros lamentaron la decisión: una mujer salió corriendo por una puerta lateral del Tribunal y se abrazó con lágrimas en los ojos a otras dos que portaban carteles contra el aborto.
A su vez, el mediático y polémico pastor evangélico Javier Soto, declaró a la prensa que “la presidenta Bachelet debería aprender de las perras y las gatas, porque ellas saben cuidar a sus crías”. Soto fue una de las decenas de personas que la semana pasada alegó ante los miembros del Tribunal en contra de la propuesta de Bachelet y argumentó: “yo vengo a alegar en representación de Jesucristo”.
La entrada del Tribunal, en pleno centro de la capital chilena, estaba protegido por rejas de seguridad para evitar que se enfrenten los alrededor de 1.000 manifestantes que llegaron. En el lugar se observaba una ligera mayoría en favor del aborto.
Minutos después de que se diera a conocer la decisión del organismo, Amnistía Internacional declaró a través de un comunicado que esta es una victoria importante para los derechos humanos y la protección de las vidas y salud de las mujeres y jóvenes en el país.
“Esta victoria atestigua el trabajo de millones de mujeres a lo largo de América y el mundo que luchan contra leyes draconianias que castigan a las mujeres y las orillan a buscar abortos clandestinos y peligrosos que ponen su salud y vidas en riesgo”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para América del organismo.
“Ahora la verdadera prueba es asegurar que la ley se cumpla, que las mujeres y las niñas puedan acceder por completo a los servicios de salud que necesitan y que esta reforma abra la puerta para que puedan disfrutar de su sexualidad y derechos reproductivos”, agregó el texto.
Por su parte, el grupo por los Derechos Sexuales y Reproductivos calificó la ley que pronto se promulgará de “histórica”, en tanto “marca un antes y un después para las mujeres chilenas”.
El Congreso había dado luz verde al proyecto en julio, pero senadores conservadores acudieron al Tribunal para que en la práctica actuara como una tercera cámara y se abriera una puerta para bloquearlo. La oposición había utilizado esa táctica con anterioridad y había obtenido resultados a su favor.
En Chile se legalizó el aborto por razones médicas en 1931, pero la dictadura lo eliminó meses antes de tener que entregar el poder a los civiles, en 1989.
El gobierno de Bachelet y la izquierda han registrado avances notables en poco tiempo: en 2012 se aprobó una ley contra la discriminación, mientras en el Congreso actualmente se debate un proyecto de Igualdad de Género y en las próximas semanas Bachelet enviará un proyecto de matrimonio igualitario.
Además, a comienzos de mes, la Corte Suprema otorgó la tuición de un par de hermanos gemelos a su padre gay y a su pareja.
AP